Los bebés y los niños pequeños suelen desarrollar lesiones cutáneas como consecuencia de irritantes mecánicos o químicos. La zona genitourinaria del bebé, conocida como zona del pañal, es especialmente vulnerable a las abrasiones, la maceración, la humedad, los residuos fecales y de orina, las sustancias químicas contenidas en los cosméticos, los detergentes, los pañales o las toallitas de lavado.
Si los padres utilizan pañales de tela, deben lavarse con agua templada tras el aclarado inicial con agua fría, aclarándolos a fondo para eliminar los olores y los restos de jabón. Durante el tratamiento antibiótico, es importante recordar la administración profiláctica de un probiótico, minimizando así el riesgo de diarrea. Durante este periodo, también debe prestarse especial atención al cuidado de la zona del pañal. Después de un cambio de pañal, deben lavarse bien las manos para evitar la transferencia de bacterias y hongos que puedan colonizar la zona del pañal a otras partes del cuerpo del niño [9,10,11,12,13].
Si, a pesar de los cuidados adecuados y las medidas preventivas, un niño desarrolla dermatitis del pañal, es necesario comprobar si los productos cosméticos y pañales utilizados hasta el momento son irritantes o alergénicos y continuar con las medidas no farmacológicas actuales. Si las lesiones cutáneas no se resuelven en 2-3 días, se agravan, se extienden más allá de la zona del pañal y el niño tiene fiebre, es necesario acudir a un médico que evalúe al niño y recomiende un tratamiento con agentes farmacológicos como preparados antiinflamatorios tópicos (esteroides débiles a moderados), agentes antifúngicos o, en casos más graves, antibióticos generales [1,3,4,7,9,10,11,12,13].
En casos de ansiedad grave o prurito, son útiles los antihistamínicos [4]. Los preparados de lactancia pueden utilizarse junto con los preparados terapéuticos, y es aconsejable aplicar aceite sobre estos preparados, ya que reduce la absorción de los agentes terapéuticos en el pañal. Para no irritar aún más la piel inflamada, la capa protectora de los productos para el cuidado de la piel no debe frotarse en los cambios de pañal, sino lavarse suavemente con un bastoncillo de algodón empapado en aceite mineral, o debe aplicarse una capa adicional sobre la existente [1,3,4,9,10,11,12,13].
Foto: Sudocrem
La gran mayoría de los casos de dermatitis del pañal se curan sin complicaciones en el ámbito ambulatorio utilizando tratamientos no farmacológicos [3]. Es importante identificar los agentes causantes de la dermatitis del pañal y eliminarlos del entorno del niño. Esto evitará nuevas exposiciones que a menudo provocan reacciones cutáneas más graves [7].
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