¿Se está desarrollando correctamente mi bebé? ¿Su comportamiento actual y sus habilidades motoras son apropiados para su edad? ¿Necesito ver urgentemente a un neurólogo pediátrico? Un artículo de un especialista del Centro Pediátrico de Silesia en Zabrze responde a estas y otras preguntas. La primera parte del texto aborda el desarrollo del niño en los primeros 6 meses de vida.
La pregunta más importante y más frecuente a la que se enfrentan tanto los obstetras como luego los pediatras es "¿Se está desarrollando correctamente mi bebé? ¿Su comportamiento actual y sus habilidades motoras son apropiados para su edad?".
Es relativamente sencillo evaluar los elementos del desarrollo físico: en la mayoría de los casos basta con un control periódico del peso y la talla. Es mucho más difícil evaluar el desarrollo psiconeurológico. Obviamente, ambos elementos del desarrollo se entrecruzan. Por ejemplo: las carencias nutricionales o diversas enfermedades crónicas (renales, hepáticas, intestinales) pueden perjudicar considerablemente el desarrollo tanto físico como mental de un niño.
También es extremadamente importante recordar que todo lactante requiere un contacto constante con su madre para un desarrollo adecuado. Desde la primera semana de vida, el bebé necesita ser alimentado varias veces al día y, por término medio, la madre necesita entre 5 y 7 horas diarias para alimentarlo, cambiarlo, bañarlo, sostenerlo y abrazarlo. En los bebés en los que el contacto con la madre ha sido limitado, se produce un retraso en el desarrollo. En su libro, el profesor Theodor Hellbrügge, del Centro Infantil y del Instituto de Pediatría Social y Medicina del Adolescente de la Universidad de Múnich, describió a niños de las clases sociales altas, con una salud excelente, que no conseguían triunfar en la escuela y más tarde en sus carreras, a pesar de su declarado alto nivel de inteligencia, si se les privaba de la cercanía de su madre durante los primeros años de su infancia.
Un estudio sobre el desarrollo de los niños adoptados realizado en el Centro Infantil de Munich demostró que los tres primeros años de la vida de un niño son los más importantes para un desarrollo social adecuado. Los niños que fueron adoptados en el primer año de vida, con un asesoramiento y un tratamiento adecuados, no tuvieron dificultades de adaptación en su familia adoptiva. Por el contrario, los niños que abandonaron los hogares infantiles a la edad de 3 años o más tarde mostraban trastornos sólo marginalmente manejables, a pesar de la terapia intensiva.
Una condición decisiva para el desarrollo social del lactante y del niño pequeño es el cuidado constante de 5 a 6 horas al día por una misma persona. No tiene por qué ser la madre biológica, pero durante la primera infancia, cualquier cambio en la persona que cuida del niño supone una violación permanente no sólo del desarrollo social del niño, sino también del habla y de todo el comportamiento psicomotor.