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Información básica sobre la terapia oncológica

doctora. Paulina Cichon

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Información básica sobre la terapia oncológica

Panthermedia

Tratamiento del cáncer

Los procedimientos quirúrgicos oncológicos, gracias a la aplicación de los últimos avances tecnológicos médicos mundiales, son cada vez más seguros para el paciente y posibles de realizar, con intención de curación, incluso en los procesos proliferativos más avanzados. Los dispositivos de radioterapia (radioterapia) se están desarrollando con la vista puesta en una precisión de trabajo cada vez mayor, que permita un tratamiento selectivo, centrado en la lesión tumoral, con una carga mínima para los órganos críticos de las proximidades. La adición al tratamiento oncológico de fármacos de otros grupos, también nuevos y sucesivamente modificados y mejorados sobre la base de la experiencia previa con pacientes, permite prevenir mejor los efectos secundarios del tratamiento oncológico, que es una carga.

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Radioterapia

La radioterapia del cáncer utiliza la energía de las radiaciones ionizantes. Además del tratamiento oncológico radical (por ejemplo, para el cáncer de esófago, los tumores del sistema nervioso central, ciertos tipos de tumores gonadales), tiene aplicaciones en el alivio del dolor asociado al cáncer diseminado, por ejemplo, lesiones secundarias - metástasis en el sistema óseo (frecuentes en el cáncer de mama avanzado, el cáncer de próstata).

Los especialistas en radioterapia califican a los pacientes para la radioterapia según las recomendaciones para el tipo de cáncer y su estadio. Utilizan aparatos que emiten rayos X (radiografías), rayos gamma, electrones, partículas alfa y radiación de neutrones. Las células cancerosas resultan dañadas por la irradiación mediante dos mecanismos. En primer lugar, dañando directamente el ADN de las células cancerosas y, en segundo lugar, indirectamente, a través de los radicales libres de oxígeno generados por la radiólisis de las moléculas de agua, que dañan estructuras importantes para la vida y el buen funcionamiento de la célula.

En cuanto al método de irradiación del tejido tumoral, la radioterapia se divide en teleterapia y braquiterapia.
La teleterapia, es decir, la irradiación a partir de fuentes externas, utiliza radiaciones ionizantes emitidas por un dispositivo situado a una distancia adecuada del cuerpo del paciente. La gama de tejidos afectados por la radiación incluye el tumor canceroso y un margen de tejidos sanos que lo rodean. Antes de iniciar el tratamiento, éste debe planificarse de forma adecuadamente meticulosa -el paciente se somete a múltiples exámenes de imagen (tomografías computarizadas, resonancias magnéticas), que se realizan en las proyecciones y posiciones adecuadas, y se toman numerosas mediciones- para planificar un campo de irradiación exacto y limitado. El objetivo es concentrar el haz de tratamiento con la mayor precisión posible en el centro del tumor con la mejor protección posible de los tejidos sanos circundantes para evitar los efectos a distancia de la radiación en los llamados órganos críticos (los órganos más sensibles a la radiación). Para garantizar la debida precisión, se marcan en la piel del paciente las zonas que se irradiarán en cada sesión posterior.

La braquiterapia (también conocida como radioterapia de contacto) se utiliza para el tratamiento local preciso de tumores malignos. La fuente de radiación (por ejemplo, cesio Cs137, cobalto Co60, radio Ra226, itrio Y90 y otros) se coloca directamente en el órgano afectado por el tumor - en la superficie (por ejemplo, para tratar tumores cutáneos - por ejemplo, carcinoma de células escamosas de la piel), en cavidades naturales del cuerpo (braquiterapia intracameral - por ejemplo, cavidad uterina en caso de cáncer de endometrio , cavidad oral para tumores en esta localización). En algunos centros, la braquiterapia se realiza en combinación con cirugía-intraoperatoria, por ejemplo tras la extirpación de un cáncer de mama.

En función de la tasa de dosis y del estadio del cáncer en el paciente sometido a irradiación, distinguimos entre radioterapia radical, radioterapia paliativa y radioterapia sintomática.

Laradioterapia radical se lleva a cabo con la intención de curar -irradiando el tumor y sus alrededores para lograr la remisión completa-. En lesiones más avanzadas, en las que la operabilidad del tumor es dudosa o en las que se encuentran lesiones secundarias distantes y el paciente se someterá a quimioterapia como tratamiento de primera línea, a veces se aplica un tratamiento paliativo tras un análisis cuidadoso del historial del paciente en un intento de aliviar el dolor y otras molestias asociadas al tumor (por ejemplo, la irradiación paliativa del esófago en un paciente con disfagia y tumor inoperable en esta localización). La radioterapia sintomática es el tratamiento del dolor oncológico causado por metástasis limitadas al esqueleto (huesos de la pelvis, costillas, vértebras de la columna), por ejemplo cáncer de mama o de próstata.

La eficacia de la radioterapia depende no sólo del estadio de la lesión y de la localización primaria del cáncer, sino también de la radiosensibilidad del tejido tumoral, concepto entendido como el porcentaje de células tumorales que mueren tras una dosis de prueba de radiación. En el caso de un tejido muy radiosensible, al menos el 70% de las colonias de células tumorales morirán tras la irradiación con la dosis de prueba, al contrario que en el caso de un tejido poco sensible, en el que sólo hasta el 20% de las células sufren necrosis. El aumento de la masa tumoral aumenta directamente de forma proporcional el riesgo de focos necróticos o zonas de isquemia en el centro del tumor, lo que reduce varias veces la radiosensibilidad.

foto: panthermedia

En los tejidos poco radiosensibles, el uso de la radioterapia se asocia a un efecto terapéutico menos deseable con un mayor riesgo de efectos adversos. Entre los tumores altamente radiosensibles se encuentran el granuloma maligno, los linfomas no Hodgkin, algunos subtipos de leucemia, los sarcomas inmaduros y los meduloblastomas, así como el sarcoma de Ewing en niños. En cambio, los tumores caracterizados por una baja radiosensibilidad son los carcinomas embrionarios, los sarcomas de músculo liso, los condrosarcomas, los carcinomas y sarcomas con componente mucoso, sinovial y graso, el melanoma maligno.