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Información básica sobre la terapia oncológica

doctora. Paulina Cichon

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Información básica sobre la terapia oncológica

Panthermedia

Tratamiento del cáncer

Los procedimientos quirúrgicos oncológicos, gracias a la aplicación de los últimos avances tecnológicos médicos mundiales, son cada vez más seguros para el paciente y posibles de realizar, con intención de curación, incluso en los procesos proliferativos más avanzados. Los dispositivos de radioterapia (radioterapia) se están desarrollando con la vista puesta en una precisión de trabajo cada vez mayor, que permita un tratamiento selectivo, centrado en la lesión tumoral, con una carga mínima para los órganos críticos de las proximidades. La adición al tratamiento oncológico de fármacos de otros grupos, también nuevos y sucesivamente modificados y mejorados sobre la base de la experiencia previa con pacientes, permite prevenir mejor los efectos secundarios del tratamiento oncológico, que es una carga.

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Modos de administración de la quimioterapia

Ciertos tipos de cáncer, debido a su sofisticación local pero también a las características anatómicas de determinadas regiones del cuerpo humano, son menos sensibles a la administración sistémica de citostáticos. La escasa penetración de los fármacos administrados por vía intravenosa en las células tumorales obliga a administrar la quimioterapia directamente en las cavidades corporales. Es el caso de los tumores peritoneales primarios (mixoma peritoneal, mesotelioma peritoneal) o secundarios (metástasis de cáncer gástrico, cáncer de cuello de útero, cáncer de ovario, cáncer colorrectal). La quimioterapia intraperitoneal es una forma de quimioterapia intraperitoneal. El fármaco anticanceroso se administra directamente en un espacio cerrado -la cavidad peritoneal- para conseguir la mayor concentración local posible del fármaco, ya que la penetración del citostático en los tejidos intraperitoneales desde la sangre es cuestionable. Además, para aumentar el efecto tóxico, el agente quimioterapéutico circula en el peritoneo durante mucho tiempo (unos 60 minutos) y se calienta a 43 grados centígrados antes de su administración. Este método de tratamiento, la HIPEC (quimioterapia intraperitoneal hipertérmica), se utiliza en muy pocos centros muy especializados de Polonia. A menudo se convierte en una salvación para los pacientes oncológicos seleccionados y más avanzados.

En el caso de determinados tumores (por ejemplo, formas agresivas de carcinomas de células pilosas, gliomas cerebrales, linfomas del sistema nervioso central y otros), en situaciones especiales y justificadas, los citostáticos se administran directamente en el canal medular. Debido a la existencia de una barrera hematoencefálica anatómica específica, la mayoría de los fármacos administrados por vía intravenosa no penetran en el sistema nervioso central. Los tumores situados en él quedan de alguna manera protegidos de los efectos del agente quimioterapéutico administrado por vía intravenosa. Al administrar los fármacos por vía intratecal, se salta la barrera hematoencefálica, lo que permite que la quimioterapia sea plenamente eficaz en los tumores situados en los hemisferios, el cerebelo, el bulbo raquídeo, la médula espinal y las meninges.

Además de los citostáticos, en el tratamiento oncológico se utiliza la hormonoterapia, es decir, el tratamiento con sustancias hormonalmente activas que actúan específicamente sobre los receptores del tejido o en la superficie o el interior de la célula cancerosa. Éstas pueden inhibir el crecimiento celular, la división celular o alterar la función celular. Algunos ejemplos de cánceres para los que la terapia hormonal es eficaz son el cáncer de mama, el cáncer de próstata y ciertos tumores de tejidos blandos.

Cirugía oncológica

La cirugía oncológica es un campo quirúrgico que, junto con la radioterapia y la quimioterapia, constituye la base del tratamiento oncológico. En la práctica clínica, desempeña un papel extremadamente importante desde el diagnóstico oncológico inicial, los tratamientos que preparan al paciente para las fases posteriores del tratamiento, hasta el tratamiento radical, la quimioterapia y radioterapia complementarias y la gestión paliativa. La cirugía oncológica es uno de los procedimientos más difíciles para el paciente. A veces estas operaciones duran horas y suponen un esfuerzo drástico para un organismo ya muy afectado por el cáncer. A veces implican amplias resecciones de tejidos y órganos, requieren una preparación perfecta por parte del paciente y unos conocimientos, experiencia, responsabilidad, capacidad para tomar decisiones rápidas y resistencia mental y física inusuales por parte del equipo quirúrgico. El objetivo principal y más importante de las intervenciones quirúrgicas en el tratamiento del cáncer es la extirpación del tumor en su totalidad, con un margen de tejido sano. La extensión de la intervención quirúrgica suele estar relacionada con el tamaño del tumor, pero también con el tipo de cáncer de que se trate.

Podemos dividir los tratamientos oncológicos en:

  • cirugía diagnóstica,
  • profiláctica,
  • curativa - radical,
  • paliativa,
  • reconstructiva.

foto: panthermedia

Como ya se ha mencionado, el tratamiento quirúrgico de los tumores malignos suele ser sólo una parte de un tratamiento combinado. Para que sea plenamente eficaz, se remite al paciente a un tratamiento combinado complementado con radioterapia, quimioterapia y otros.