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El hierro en la nutrición infantil

Dra. Hanna SZAJEWSKA, Departamento de Gastroenterología y Nutrición Infantil Universidad Médica de Varsovia

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El hierro en la nutrición infantil

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Madre y bebé

La carencia de hierro es una de las deficiencias nutricionales más comunes en todo el mundo, con consecuencias potencialmente peligrosas. Este artículo resume las posiciones actuales del Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHTAN), del Comité de Nutrición de la Academia Americana de Pediatría y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sobre el papel del hierro en la nutrición infantil, con especial énfasis en las recomendaciones sobre cómo prevenir la carencia de hierro.

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Alimentación natural y leche modificada

  • La lactancia materna (sin administración adicional de líquidos, mezclas de leche o alimentos sólidos) es la forma óptima de alimentar a los lactantes. Actualmente, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.33
  • Una vez finalizada la lactancia materna exclusiva, deben fomentarse fuentes adicionales de hierro (aproximadamente 1 mg/kg/24 h), preferiblemente en forma de alimentos complementarios.
  • Para los lactantes amamantados que reciban una cantidad insuficiente de hierro en los alimentos complementarios a los 6 meses de edad (es decir, < 1 mg/kg/24 h), es aconsejable administrar un preparado de hierro en gotas a una dosis de 1 mg/kg/24 h.
  • A los lactantes de hasta 12 meses de edad alimentados artificialmente o de forma mixta se les aconseja que reciban -en lugar de alimentos naturales- únicamente mezclas infantiles modificadas enriquecidas con hierro.

Lactantes nacidos prematuramente

  • Se recomienda administrar hierro en gotas a los lactantes nacidos prematuramente o con bajo peso al nacer en dosis de 2-4 mg/kg/24 h (máx. 15 mg/24 h) desde el primer año de edad hasta el final de los 12 meses.

foto ojoimages

Alimentos sólidos

  • Debe fomentarse el uso exclusivo de alimentos naturales o de leches infantiles modificadas enriquecidas con hierro en la preparación de las comidas lácteas (por ejemplo, papillas para lactantes mayores).
  • Siempre que sea posible, por encima de los 6 meses en los lactantes amamantados y a partir de los 4-6 meses en los alimentados artificialmente, debe recomendarse la introducción en la dieta de cereales infantiles enriquecidos con hierro sin aromatizar. Para satisfacer las necesidades de hierro del lactante, deben administrarse al menos dos raciones diarias de estas papillas.
  • Debe animarse a los padres a que, a partir de los 6 meses aproximadamente, den al lactante alimentos ricos en vitamina C (por ejemplo, fruta, verdura o zumos) una vez al día para mejorar la absorción del hierro (preferiblemente con una comida).
  • Es aconsejable introducir las carnes mixtas en la dieta del niño a partir de los 6 meses, cuando su desarrollo ya permite el consumo de este tipo de alimentos.

Leche de vaca

  • Hasta los 12 meses debe desaconsejarse la alimentación con leche pobre en hierro (por ejemplo, leche de vaca no modificada, leche de cabra o leche de soja).
  • La ingesta de leche de vaca en niños de 1 a 5 años no debe superar aprox. 700 g. Una ingesta excesiva de leche de vaca puede limitar la ingesta de otros alimentos con un contenido potencialmente más elevado de hierro.