El síndrome del intestino irritable SII no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas gastrointestinales que se presentan simultáneamente y para los que no se encuentra ninguna causa orgánica que explique los síntomas.
El SII se define como un trastorno gastrointestinal funcional. Puede afectar tanto a niños como a niñas. En los países occidentales, su prevalencia se estima en un 15-20% de la población adolescente y adulta. Los síntomas suelen aparecer entre la pubertad y los 30 años de edad.
Las causas del SII no están claramente definidas. En la patogénesis intervienen factores tanto físicos como psicológicos. Los factores que favorecen su desarrollo incluyen la predisposición genética, así como las experiencias estresantes.
En función del tipo de deposiciones, pueden distinguirse tres formas de síndrome del intestino irritable:
- diarreico
- estreñimiento
- mixto.
Las molestias son recurrentes. El SII puede presentarse con periodos de exacerbación y remisión. Los niños con síndrome del intestino irritable suelen ir acompañados de cambios de humor, ansiedad, estados depresivos y trastornos del sueño. Los dolores abdominales (normalmente de tipo cólico) pueden localizarse en varias zonas, con mayor frecuencia en la parte inferior derecha o izquierda del abdomen. Aumentan en intensidad durante el día, muy a menudo durante aproximadamente una hora después de ingerir una comida.
La intensidad del dolor disminuye después de defecar. Otros síntomas que pueden aparecer en el SII : 1. diarrea-heces blandas y acuosas tres o más veces al día , empujando las heces. 2. estreñimiento-heces duras y sólidas; dos o menos deposiciones por semana; o esfuerzo durante la defecación, 3. sensación de defecación incompleta, 4. heces cargadas de mucosidad, 5. hinchazón abdominal.
Los criterios para el diagnóstico del síndrome del intestino irritable (sinónimos: síndrome del intestino irritable, síndrome del colon irritable) (SII síndrome del intestino irritable) en niños incluyen la presencia de todos los síntomas siguientes, al menos una vez por semana, durante al menos dos meses antes de que se estableciera el diagnóstico.
A. Malestar o dolor abdominal que reúna al menos 2 de las siguientes condiciones un mínimo del 25% del tiempo:
- mejoría tras la defecación,
- aparición asociada a cambios en la frecuencia de las deposiciones,
- aparición asociada a cambios en la consistencia (aspecto) de las heces,
B. Es necesario excluir un proceso inflamatorio o un defecto anatómico neoplásico que pueda explicar las quejas del niño.
