El daño provoca debilidad muscular, flacidez y reflejos alterados o abolidos.

Losprincipales problemas de los pacientes con enfermedades neuromusculares no sólo están relacionados con el deterioro del movimiento, sino también con la alimentación, la deglución y la respiración.

Estas enfermedades pueden ser adquiridas o congénitas y pueden dividirse en tres grupos diferentes:

• miopatías, es decir, la patología afecta a los propios músculos
• atrofia muscular de origen espinal
• debilidad muscular debida a daños en los nervios periféricos como consecuencia de deficiencias tóxicas, infecciosas, alérgicas o vitamínicas

Trastornos del movimiento

Como consecuencia de un daño en la unidad motora, se producen cambios en forma de debilitamiento de la fuerza muscular con atrofia y flacidez. Aparecen numerosas contracturas, la postura y la marcha cambian.
A medida que la enfermedad progresa, se produce una limitación significativa o completa de la función motora.

En las formas más graves, los pacientes no pueden caminar, tienen que utilizar una silla de ruedas o permanecer en cama y son incapaces de realizar por sí mismos las tareas más sencillas.

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Para preservar mejor la función motora, se recomienda una fisioterapia adecuada para:

• mantener o mejorar la fuerza muscular
• mantener una postura correcta
• prolongar la función locomotora
• prevenir contracturas y deformidades articulares
• mejora de las funciones locomotoras mediante la selección del equipo ortopédico adecuado

Trastornos respiratorios

La insuficiencia respiratoria acompaña a la mayoría de las enfermedades neuromusculares, con mayor frecuencia durante la fase avanzada de la enfermedad. Surge como consecuencia del debilitamiento de los músculos respiratorios y de la escoliosis y deformidad torácica progresivas, que alteran aún más la mecánica respiratoria y conducen a la exclusión de segmentos pulmonares enteros de la participación en el proceso de ventilación.