Mientras nosotros hacemos las maletas para las vacaciones, los padres y abuelos se preparan para pasar el verano en la ciudad. Incluso con el corazón enfermo, pueden disfrutar activamente de los encantos de su ciudad.
Un corazón enfermo combinado con el calor es, en la mente de muchos, una bomba de relojería. Las personas mayores, propensas a sufrir problemas cardiovasculares, tienden a quedarse en casa frente al televisor, renunciando incluso a la posibilidad de reunirse con los amigos. Esto no tiene por qué ser así. La sensatez combinada con la atención sanitaria preventiva es la receta para un verano activo. Eso sí, todo bajo la atenta mirada de un médico.
El movimiento es salud
Durante las vacaciones de verano se organizan muchas actividades para niños y jóvenes en los llamados "campamentos de media jornada". Sin embargo, cada vez se ofrecen más programas con la etiqueta "para mayores". Los cambios demográficos en la sociedad polaca han obligado al mercado a adaptar su oferta precisamente para este grupo de edad. En una ciudad grande, pero también en un pueblo pequeño, las personas mayores tienen la oportunidad de inscribirse en clubes de la tercera edad, gestionados por cooperativas de viviendas y ONG.
Las bibliotecas y los centros culturales ofrecen actividades extraescolares, como cursos de informática, talleres de musicoterapia, coro o gimnasia mental. Gracias a estos programas, pueden aprovechar al máximo su vejez, reunirse con sus iguales e intercambiar experiencias relacionadas con la salud sin avergonzarse. Así pues, la enfermedad no tiene por qué frenarles ni aislarles. Al fin y al cabo, la marcha nórdica es el deporte número uno para las personas mayores hoy en día. Los encuentros organizados en varios distritos de la ciudad ofrecen la oportunidad de ponerse en movimiento y probar las propias fuerzas independientemente de la edad.
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Las sesiones de entrenamiento están dirigidas por instructores profesionales, suelen ser gratuitas y no es necesario disponer de bastones propios. Sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad para pasar un rato agradable y activo, regenerar y estimular el cuerpo. Igualmente popular es el aqua fitness, combinado con gimnasia y actividades terapéuticas.
Estos ejercicios retrasan los signos del envejecimiento, tienen un efecto calmante y alivian los estados depresivos, al tiempo que, sobre todo, fortalecen el corazón, el músculo más importante del cuerpo. Así pues, la forma en que las personas mayores pasan hoy su tiempo de ocio depende en gran medida de ellas mismas.
