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¿Cómo cuidar el muñón del cordón umbilical?

¿Cómo cuidar el muñón del cordón umbilical?

panthermedia

Barriguita de bebé

El cordón umbilical desempeña un papel fundamental en el desarrollo del bebé en el útero. Los vasos sanguíneos situados en el cordón umbilical desempeñan un papel clave a la hora de garantizar el intercambio de, entre otras cosas, nutrientes entre el torrente sanguíneo de la madre y el del bebé. Poco después del nacimiento, el cordón umbilical se secciona y lo que queda es el llamado muñón del cordón umbilical, cuyo cuidado resulta difícil para muchos padres. Un cuidado adecuado del muñón del cordón umbilical no sólo garantizará la rápida cicatrización de la herida, sino que también reducirá el riesgo de infección.

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¿Qué es el cordón umbilical?

El cordón umbilical en los seres humanos alcanza una longitud aproximada de 50 cm. Desempeña un papel clave en la conexión del bebé en desarrollo con la placenta, permitiendo el intercambio de nutrientes así como de metabolitos del bebé en desarrollo con el cuerpo de la madre. Gracias al cordón umbilical, el bebé ingiere los nutrientes y el oxígeno necesarios para un crecimiento adecuado. Al principio del embarazo, el llamado cordón umbilical está formado por cuatro vasos sanguíneos, uno de los cuales desaparece en una fase temprana del desarrollo. Un cordón umbilical correctamente formado, se compone de dos arterias y una vena. Las arterias y la vena están ocultas en una vaina gelatinosa, elástica y resistente que las protege de cualquier daño. Además, la elasticidad de la gelatina que recubre los vasos permite que el cordón umbilical se estire adecuadamente, lo que permite que la sangre fluya correctamente. Un extremo del cordón umbilical se sitúa en el ombligo, en la barriga del bebé, mientras que el otro se encuentra en la placenta. El cordón umbilical desempeña un papel clave en el desarrollo del bebé. La sangre de la madre, rica en oxígeno y nutrientes, llega a la placenta, desde donde se suministra al bebé en desarrollo a través del cordón umbilical. A través del cordón umbilical también se descargan los metabolitos producidos por el bebé en desarrollo. La longitud del cordón umbilical es de gran importancia tanto en el desarrollo del bebé como durante el parto. Un cordón umbilical largo puede envolver al bebé: ¡hasta un 30% de los embarazos que se desarrollan correctamente terminan con el bebé envuelto en el cordón umbilical! Un cordón umbilical demasiado corto puede provocar problemas durante el parto natural: puede haber problemas para que el bebé descienda por el canal del parto. Tras el nacimiento, el cordón umbilical se secciona y su remanente es el ombligo. El cordón umbilical contiene la valiosísima sangre del cordón, que es una concentración de células madre que se utilizan para tratar muchas enfermedades.

¿Qué es el muñón del cordón umbilical?

El muñón del cordón umbilical es el resto del cordón umbilical, que se secciona poco después del nacimiento. Mediante una pinza especial, se ejerce presión sobre el remanente del cordón umbilical para evitar que supure sangre. Cuando se ata correctamente, el muñón del cordón umbilical alcanza una longitud de 2 a 3 cm. Poco después del nacimiento, el muñón se protege de las infecciones con un apósito especial que se cambia varias veces al día. La mayoría de las veces, a partir del segundo día tras el nacimiento, se retira el apósito y el muñón se seca visiblemente. Cada día que pasa, el tamaño del muñón disminuye y su color cambia, volviéndose cada vez más oscuro.

foto: panthermedia

¿Cuándo se cae el muñón?

Esta es una pregunta que preocupa a muchos padres. Según la literatura profesional, el muñón del cordón umbilical debería caerse hasta dos semanas después del nacimiento. Este es aproximadamente el tiempo que tarda en cicatrizar el cordón umbilical. Por supuesto, hay excepciones: el muñón umbilical puede caerse antes o unos días después, pero si no se cae en tres semanas, es aconsejable pedir consejo al visitador médico o al pediatra. Hay muchos factores que influyen en la rapidez con la que se cae el muñón, como el grosor del cordón umbilical, el grosor del anillo cutáneo y, en última instancia, la rapidez con la que se seca el muñón.