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Anticoncepción hormonal y cáncer

Beata Surowiec, M.D.

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Anticoncepción hormonal y cáncer

Panthermedia

Diferentes métodos anticonceptivos

El efecto de la anticoncepción hormonal en el proceso de carcinogénesis sigue siendo una cuestión controvertida y todavía se están realizando investigaciones en este sentido. La falta de datos concluyentes sobre este tema se debe, entre otras cosas, a que existe un gran número de factores que pueden influir en el inicio del cáncer, o al periodo demasiado corto de seguimiento de las mujeres que utilizan anticonceptivos hormonales modernos.

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Cáncer de endometrio y cáncer de ovario

El cáncer de ovario y el cáncer de endometrio se producen con mucha menos frecuencia que los cánceres enumerados anteriormente. Según las investigaciones realizadas hasta la fecha, parece que los anticonceptivos hormonales pueden aumentar el riesgo de cáncer de cuello de útero y de mama, pero disminuirlo en el caso del cáncer de endometrio y de ovario. El uso de anticonceptivos hormonales por parte de las mujeres puede influir en la disminución global de estos tipos de cáncer. Se descubrió que las mujeres que utilizaban anticonceptivos hormonales orales tenían un riesgo dos veces menor de desarrollar estos cánceres y que éste disminuía con la duración del uso del método. Tras cinco años de uso de métodos hormonales, el riesgo de padecer la enfermedad disminuye en dos tercios.

Lo más probable es que los métodos que reducen la frecuencia de la ovulación también reduzcan el riesgo de cambios cancerosos en el ovario, mientras que el componente gestágeno de los anticonceptivos tiene un papel protector contra el cáncer de endometrio. El efecto protector persiste hasta 15 años después del cese de la anticoncepción hormonal oral. Tanto la píldora binaria como la píldora de gestágeno, utilizadas con mayor frecuencia en mujeres mayores de 40 años, con contraindicaciones a los estrógenos y en periodo de lactancia, también reducen el riesgo de cáncer de endometrio y ovario. En el caso de las inyecciones de progestágeno, los análisis realizados no mostraron una reducción del riesgo en lo que respecta al cáncer de ovario, pero sí en la incidencia de cáncer de endometrio.

Antes de iniciar la anticoncepción hormonal, es importante que el médico realice un historial exhaustivo de la paciente. A partir de la información obtenida, podrá determinar los factores de riesgo de cáncer actuales de la mujer. No carece de importancia obtener información sobre los antecedentes familiares de cáncer. Los anticonceptivos hormonales pueden aumentar el riesgo de cáncer, sobre todo en aquellos con daños genéticos que pueden ser causa de la susceptibilidad de la mujer a padecer cáncer de mama, ovarios, endometrio, colorrectal, tiroides o melanoma maligno.

La prueba que detecta los genes dañados es la prueba HTGR. Tener mutaciones genéticas anormales es una contraindicación para el uso de anticonceptivos hormonales. Cabe mencionar que existen pocas investigaciones sobre el riesgo de cáncer en la segunda generación y en las siguientes, lo que sin duda está relacionado con el hecho de que los anticonceptivos hormonales modernos que contienen dosis bajas de hormonas se utilizan desde hace relativamente poco tiempo y probablemente aún no ha transcurrido el tiempo suficiente para disponer de datos científicos sobre sus efectos a distancia en el organismo de personas con diversos factores de riesgo.