Este artículo presenta los riesgos alimentarios más comunes. Describe los alimentos que contienen sustancias cuya cantidad excesiva en el organismo puede repercutir negativamente en el curso del embarazo y en la salud de la madre y el feto. También proporciona información sobre cómo reducir el riesgo de sufrir daños a causa de estos alimentos.
Café y té
Estas bebidas contienen compuestos (cafeína, teína) cuyo aporte excesivo puede afectar al éxito del embarazo y a la salud del futuro bebé. En cantidades excesivas pueden convertirse en la causa de un aborto espontáneo, de la rotura prematura de la vejiga fetal, de un parto prematuro o del bajo peso del feto al nacer. La cafeína, al potenciar los efectos nocivos de ciertas sustancias contenidas en otros productos, puede acabar provocando malformaciones fetales. Un exceso de cafeína puede provocar anomalías cardiacas en el recién nacido e incluso convulsiones. La cafeína también tiene un efecto diurético, lo que puede provocar una insuficiencia de líquidos en el organismo y provocar alteraciones electrolíticas. Es aceptable consumir hasta dos vasos de café flojo al día preparado en una cafetera espresso. Este método de preparación elimina muchos componentes nocivos del café. El café fuerte puede sustituirse por café descafeinado y café de cereales. No es aconsejable beber mucho té fuerte durante el embarazo. Puede sustituirse con éxito por infusiones de frutas o de hierbas.
Alcohol y bebidas alcohólicas
Cualquier dosis de alcohol ingerida por una mujer embarazada puede tener un efecto adverso sobre el feto. No importa si se trata del alcohol contenido en el vino, la cerveza u otras bebidas, incluso las etiquetadas como sin alcohol, ya que no están totalmente exentas de alcohol, sino que lo contienen en cantidades insignificantes. Por tanto, debe evitarse el consumo de alcohol durante el embarazo. El alcohol pasa al feto a través de la placenta y no se metaboliza, ya que el feto no tiene suficientemente desarrolladas las enzimas responsables de su digestión. El alcohol ingerido durante el embarazo puede provocar la contracción de los vasos del cordón umbilical, interrumpiendo el flujo de nutrientes y oxígeno al feto, lo que aumenta el riesgo de hipoxia fetal y malnutrición, que a la larga puede provocar un subdesarrollo físico y mental en los niños. Los hijos de madres que beben grandes cantidades de alcohol durante el embarazo tienen más probabilidades de nacer prematuramente, con defectos de desarrollo, y se observan síntomas de abstinencia alcohólica en sus recién nacidos. Más adelante en la vida, los niños muestran un desarrollo psicomotor deficiente, una hiperactividad significativa, además de presentar dificultades de comportamiento. Beber alcohol durante el embarazo también aumenta el riesgo de aborto, parto prematuro o muerte fetal intrauterina.
Hay muchos alimentos en la dieta de todo el mundo que contienen riesgos potenciales para la salud, pero están en cantidades tan insignificantes que no deben temerse. Sin embargo, las mujeres embarazadas deben tener especial cuidado de no tomarlos en cantidades excesivas. Esto no significa que los productos que contienen ingredientes artificiales deban eliminarse por completo de la dieta. Hacerlo sería renunciar a todo, ya que en todos los alimentos se puede encontrar algo que contenga dichas sustancias. Es seguro consumir alimentos con moderación y en las proporciones adecuadas. Sin embargo, es importante asegurarse de que intenta incluir los alimentos que suponen un menor riesgo y de que su dieta es muy variada. Además, lavándose las manos con frecuencia, lavando bien las frutas y verduras y observando los principios de una preparación correcta e higiénica de los alimentos, que incluya un tratamiento térmico o un almacenamiento adecuados, es posible reducir el riesgo, por ejemplo, de contaminación microbiana. A la hora de componer la dieta, conviene recordar que el betacaroteno, contenido principalmente en las verduras verdes y amarillas, elimina en gran medida los efectos negativos de las toxinas contenidas en los alimentos. Beber cantidades suficientes de agua mineral también tiene un efecto similar, ya que elimina las sustancias nocivas del organismo.