La higiene diaria y las revisiones en el dentista son la base de unos dientes y encías sanos. Sin embargo, no debemos olvidarnos de las vitaminas y los minerales, que son igualmente importantes. Sólo algunos de ellos son producidos por nuestro propio cuerpo, los otros deben ser suministrados al organismo a través de una dieta sana y suplementos.
En un cuerpo sano, unos dientes sanos
Se dice que somos lo que comemos. ¿Se aplica esto también a los dientes? Absolutamente. Una dieta sana rica en vitaminas y minerales es muy importante para su estado. En caso de carencia de los mismos, aumenta el riesgo de inflamación y enfermedades de las encías, úlceras bucales e incluso caries. ¿Qué ingredientes no deben faltar en nuestra dieta?
- El calcio, la vitamina D, el fósforo y la vitamina C son fundamentales. Estas fuentes no deben faltar en nuestros platos si queremos unos dientes y encías sanos. Esto es extremadamente importante en los adultos, pero sobre todo en los niños, cuyos cuerpos se desarrollan rápidamente. Por ejemplo, las estructuras óseas se forman alrededor de los 18 años, por lo que cuantas más vitaminas les proporcionemos durante este periodo junto con una dieta sana y variada, más fuertes serán sus dientes. Los dulces y la comida rápida, tan populares entre jóvenes y mayores por igual, carecen por desgracia de nutrientes. De ahí la mayor susceptibilidad a los problemas dentales, incluso en la infancia - afirma la dr stom. Dorota Stankowska, autora de la guía "Sea inteligente en el dentista".
¿Cuál es el papel de las vitaminas y los minerales en la salud bucodental?
El calcio desempeña un papel importante en la formación de las estructuras óseas y, por tanto, también de los dientes. Es lo que los hace sanos y fuertes. El calcio también previene la osteoporosis, que puede provocar fracturas óseas y debilitar el tejido óseo alrededor de los dientes. - El calcio circula en pequeñas cantidades por nuestro torrente sanguíneo y está cuidadosamente regulado por el organismo. Si no lo aportamos en cantidades adecuadas a través de la dieta, el organismo suplirá estas carencias tomándolo como una sanguijuela de nuestros huesos, explica la experta. Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos como el queso, el yogur, el arroz integral, las judías, las verduras de hoja verde como la col o el brécol, el salmón, las sardinas y las naranjas, entre otros. El fósforo es esencial en la dieta para que el calcio produzca todos sus efectos. Esto es especialmente importante para los menús de los niños que se desarrollan rápidamente.
foto: shutterstock
Las mejores fuentes de fósforo son los cereales, el germen de trigo, la soja, las almendras, las nueces, las aves de corral, el pescado, los huevos, los tomates, los pepinos, las uvas y los cítricos. La vitamina D es igualmente importante porque regula el equilibrio del calcio y el fósforo en la sangre, haciendo que el organismo los absorba y asimile mejor, lo que se traduce en unos dientes fuertes. La vitamina D también tiene un efecto positivo en los tejidos periodontales. Los estudios demuestran que las personas cuya dieta es rica en vitamina D tienen menos probabilidades de sufrir inflamación de las encías y periodontitis.
Las mejores fuentes de vitamina D son la luz solar, pero también puede encontrarse en la leche, el queso, los huevos, ciertos cereales y pescados grasos como las sardinas, el bacalao y el atún.
