La higiene diaria y las revisiones en el dentista son la base de unos dientes y encías sanos. Sin embargo, no debemos olvidarnos de las vitaminas y los minerales, que son igualmente importantes. Sólo algunos de ellos son producidos por nuestro propio cuerpo, los otros deben ser suministrados al organismo a través de una dieta sana y suplementos.
La vitamina C es esencial para una buena salud periodontal
Contribuye a la formación y regeneración del tejido conjuntivo, lo que ayuda al organismo con las infecciones de las encías. Las personas con deficiencia de vitamina C pueden tener una mayor susceptibilidad a la inflamación de las encías. - Los trastornos del tejido conjuntivo pueden incluso provocar enfermedades graves de las encías, como el escorbuto, en el que, entre otras cosas, el deterioro de la producción de colágeno provoca una serie de síntomas que incluyen encías hinchadas y crecidas, problemas de cicatrización de heridas, movilidad, tambaleo y pérdida de dientes, advierte el dentista. Por otro lado, los bioflavonoides, cuyos complejos se producen con la vitamina C, reducen la acumulación de placa, que aumenta el riesgo de inflamación de las encías y caries. La vitamina C es también un potente antioxidante que moviliza nuestro sistema inmunitario para que trabaje y acelera la cicatrización de las heridas, incluidas las de la boca.
Las mejores fuentes de vitamina C son el escaramujo, el espino amarillo, las grosellas negras, los pimientos rojos, el perejil, el rábano picante, las coles de Bruselas y la coliflor. La vitamina A, aunque se asocia con una buena vista y una fuerte inmunidad, también ayuda al mantenimiento de las membranas mucosas, los tejidos periodontales y la producción de cantidades adecuadas de saliva. Es importante en la formación de los dientes y en la dentición. Es igualmente útil para mantener sanos los tejidos periodontales, incluidas las encías, ya que mejora la cicatrización de las heridas.
Las mejores fuentes de vitamina A son el pescado, las yemas de huevo, el queso, los despojos, por ejemplo el hígado, las frutas de color amarillo y naranja, como los mangos, las zanahorias y los boniatos, así como las verduras de hoja verde, como la col y las espinacas, ricas en betacaroteno, que es la forma natural de la vitamina A. Las vitaminas del grupo B son igualmente beneficiosas para la salud bucodental. Su carencia se manifiesta en forma de: inflamación de la lengua (lengua seca y de color púrpura), labios secos, comisuras de la boca agrietadas (B2), cambios inflamatorios en las glándulas salivales, hipersensibilidad de las mucosas (B1), congestión de las mucosas, ardor, hinchazón e hipertrofia de las papilas filiformes de la superficie de la lengua (B3). La presencia de vitamina B6, por su parte, aumenta el número de bacterias "buenas" en la boca y disminuye las responsables del desarrollo de caries. Las mejores fuentes de vitamina B son las aves de corral, la carne, las setas, las legumbres como las judías, los guisantes y las verduras verdes.
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La coenzima Q10 actúa como catalizador en el proceso de producción de energía. - Al suministrar energía al 95% de las células de nuestro organismo, ayuda, entre otras cosas, a la correcta cicatrización de las heridas. Desempeña un papel importante en la prevención y el tratamiento de la enfermedad periodontal: reduce la susceptibilidad al desarrollo de la inflamación de las encías, disminuye el dolor, favorece la regeneración de los tejidos periodontales y reduce el sangrado de las encías, explica la Dra. Stankowska.
Las mejores fuentes de coenzima Q10 son el cerdo, la ternera, el hígado de ave, el aceite de colza y el perejil.