El problema de la relajación vaginal, consecuencia del parto natural, es un fenómeno que afecta a muchas mujeres, desde el punto de vista de una menor calidad de vida sexual. A pesar de la prevalencia de este fenómeno, pocas mujeres hablan de su problema. Sin embargo, existe una tendencia creciente de interés por los métodos para combatir esta afección, derivada del deseo de mejorar la calidad de las sensaciones sexuales y la satisfacción con la vida íntima. Para satisfacer estas necesidades, la medicina ofrece una serie de opciones de tratamiento y terapia para el síndrome de relajación vaginal.
Tendencias
Los últimos años han mostrado un aumento significativo del interés de las pacientes por el problema de la laxitud vaginal, resultado del parto natural, en el contexto de la medicina estética. Un número cada vez mayor de mujeres, desean tanto mejorar la calidad de su vida sexual de esta forma, como emprender la lucha contra los defectos surgidos como consecuencia del parto. Sin embargo, el problema más frecuente sigue siendo la ZRP.
Tratamiento y terapia
En primer lugar, el ejercicio -como método conservador- utilizado originalmente por Kegel para combatir el problema de la incontinencia. Se trata precisamente de ejercitar los músculos del suelo pélvico, con el objetivo de fortalecer esta parte de la musculatura, provocando un aumento de su masa, mejorando su contracción y aumentando también la presión en reposo. Como demuestran los estudios, aunque estos ejercicios tienen muy buenos resultados en el caso de la incontinencia urinaria, su efecto positivo en la IU es muy limitado y sólo lo recomiendan los especialistas como terapia de primera línea.
En la década de 1950 se empezaron a realizar procedimientos quirúrgicos como tratamiento de la IU. El objetivo de estos procedimientos era estrechar el tercio inferior de la vagina y reconstruir los defectos creados durante el parto natural con un aumento del tono muscular. Sin embargo, los métodos quirúrgicos no están exentos de controversia, ya que se ha descubierto que aproximadamente el 40% de las mujeres que se han sometido a una plastia vaginal posterior y perineal no experimentan una mejora, sino un deterioro de la calidad de su vida sexual.
Por el contrario, se han demostrado efectos positivos con la aplicación de hilos de silicona de 2,2 mm en las paredes vaginales laterales y, en este caso, alrededor del 80% de las mujeres experimentaron una mejora de su calidad de vida sexual.
foto: panthermedia
Los últimos años han traído una solución quirúrgica menos invasiva al problema de la ZRP, y estamos hablando del uso de hilos de anclaje absorbibles Vaginal Narrower®. El procedimiento en sí es tan poco invasivo que incluso puede realizarse en régimen ambulatorio y con anestesia local, y consiste en un lifting perineal. A día de hoy, es demasiado pronto para determinar el alcance de la eficacia del método, pero las pacientes que lo han utilizado informan de una mejora significativa en la calidad de su vida sexual.
Otro tipo de procedimiento quirúrgico que se utiliza para combatir la ZRP son los tratamientos con láser de CO2. Hasta ahora, sólo los estudios coreanos indican que este método es muy eficaz, ya que hasta un 70% afirma que se produce una mejora significativa del contacto íntimo.
El último descubrimiento es la terapia térmica mediante radiofrecuencia de baja energía, o radiación electromagnética de radiofrecuencia. El cabezal, que emite las ondas, provoca el movimiento de iones en los tejidos, que se calientan de forma natural, lo que resulta en la estimulación de los fibroblastos y la producción de colágeno, un efecto reafirmante. No sólo se dice que este método es eficaz, sino que también tiene un alto nivel de seguridad, tanto durante el procedimiento médico como en términos de complicaciones postoperatorias, que hasta la fecha no se han encontrado a mayor escala. Además, es un método que permite la cicatrización sin cicatrices de la zona tratada. [1]
