El problema de la relajación vaginal, consecuencia del parto natural, es un fenómeno que afecta a muchas mujeres, desde el punto de vista de una menor calidad de vida sexual. A pesar de la prevalencia de este fenómeno, pocas mujeres hablan de su problema. Sin embargo, existe una tendencia creciente de interés por los métodos para combatir esta afección, derivada del deseo de mejorar la calidad de las sensaciones sexuales y la satisfacción con la vida íntima. Para satisfacer estas necesidades, la medicina ofrece una serie de opciones de tratamiento y terapia para el síndrome de relajación vaginal.
El parto natural es, ha sido y probablemente seguirá siendo, objeto de muchas investigaciones, pero también plantea un problema importante en el contexto de la controversia que rodea el impacto del parto natural en los estímulos sensoriales y, por tanto, en la satisfacción sexual. Recordando un estudio de Schultz, en el que se examinó la reactividad vaginal de 60 mujeres a los estímulos eléctricos, se encontró un nivel de reactividad significativamente bajo. Esto permitió a los especialistas, por lo tanto, concluir que una disminución de la satisfacción con la vida sexual, está causada por su relajación en la parte externa.
La magnitud del fenómeno
La disminución de la satisfacción con la vida sexual afecta a entre el 40% y el 80% de las mujeres que han tenido un parto natural al menos una vez. Estas pacientes dicen sentir una disminución de la sensibilidad vaginal, causada tanto por el ensanchamiento de la entrada vaginal como por una disminución de la membrana y del tono muscular. ¿Se puede afirmar de forma inequívoca que el parto natural es la causa de esto? Los expertos no responden de forma inequívoca a esta pregunta. Aunque existe cierta correlación y asociación entre el parto natural y una disminución de la calidad de la vida sexual, no está confirmado que el parto por cesárea no provoque este tipo de complicaciones. Además, cuando se contrastó la sensación subjetiva de laxitud vaginal con parámetros colpomiométricos -como la distancia del cuello uterino a la entrada vaginal antes y después de la recolocación y la distancia de la superficie superior de los músculos rectos a la entrada vaginal- se observó que esta sensación se asociaba a una disminución del tono muscular pélvico y a una reducción de la presión vaginal en reposo.
ZRP
Desde un punto de vista científico, el término correcto para describir este tipo de fenómeno es Síndrome de Relajación Vaginal (ZRP). Sin embargo, en la literatura especializada no encontraremos tal entidad patológica, ni los criterios diagnósticos clásicos, principalmente porque se trata de una afección cuya definición depende en gran medida de los sentimientos subjetivos de satisfacción con la vida sexual.
Entonces, ¿en qué se basa el diagnóstico? Ante todo, se basa en una entrevista, que debe completarse con cuestionarios validados para evaluar la calidad de la vida sexual. Sin embargo, el diagnóstico diferencial es de gran importancia en este caso, ya que implica la eliminación de posibles lesiones, defectos o trastornos de la pelvis y las vías urinarias.
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Una situación similar se aplica a la clasificación de la ZRP, que no ha sido confirmada en la literatura; sólo se han encontrado intentos de clasificar el fenómeno. Así, las ZRP pueden dividirse en las causadas por un defecto anterior, un defecto lateral o un defecto posterior, siendo los defectos mixtos los más frecuentes y los posteriores aislados los menos comunes.
¿La ZRP es un tema tabú?
Según los datos de los especialistas, las mujeres de entre 45 y 55 años tienen el doble de probabilidades de declarar una disminución de la calidad de su vida sexual. Sin duda, la ZRP sigue siendo un ejemplo clásico de defecto funcional posparto; no obstante, los cambios que se producen durante la menopausia pueden contribuir y agravar el problema de la disminución de la calidad de vida causada por el parto natural. A pesar de la magnitud del fenómeno, sólo el 20% de las mujeres informan de tales observaciones y quejas durante una visita al ginecólogo y, por otra parte, la gran mayoría de los especialistas, no encuentran tiempo durante una visita rutinaria para realizar una entrevista de calidad de vida sexual. Desde otra perspectiva, el problema de la holgura vaginal provocada por el parto natural se reconoce y empieza a tenerse en cuenta cuando aparecen problemas de incontinencia.