Empieza de forma discreta: picor, quemazón y hormigueo. Al cabo de unos días, puede hacer que no quiera salir de casa. El herpes labial es un enemigo oculto. Pocas personas saben que lo llevan en la sangre.
¿Cómo empieza?
Está causada por el virus VHS-1. Puede contraerse por contacto: ya sea directamente con la zona afectada o con un objeto utilizado por la persona afectada.
Las personas que ya se han enfrentado al herpes labial una vez son especialmente vulnerables. Sin embargo, si nunca ha estado enfermo, también debe tener cuidado. Los primeros síntomas son una sensación de quemazón y hormigueo alrededor de la boca, a veces acompañada de un molesto picor.
Lo mejor es reaccionar ya en este momento aplicando un preparado adecuado. Así tendrá la posibilidad de que la dolencia se desarrolle menos.
Lo que nos espera...
Las primeras ampollas aparecen de repente y son apenas visibles. Sin embargo, se produce un fuerte desarrollo y al cabo de unas horas las lesiones se agrandan considerablemente. A menudo se extienden más allá de la zona de los labios, afectando también a la zona de la boca y, en ocasiones, a la zona nasal. La zona infectada se vuelve muy sensible y a menudo dolorosa. Durante los primeros días, el herpes es especialmente contagioso. Por lo tanto, debemos tener especial cuidado. No sólo podemos infectar a otras personas, sino que también podemos transmitirlo a otros lugares de nuestro cuerpo.
Los médicos están especialmente sensibilizados para proteger los ojos y los genitales. Así que, a menos que sea necesario, toque la zona afectada lo menos posible y lávese las manos con la mayor frecuencia posible.
