Las enfermedades pulmonaresy bronquiales se encuentran entre las enfermedades más comunes de losniños. A la edad de 6 años, casi la mitad de los niños desarrollarán bronquitis con broncoespasmo obstructivo. La neumonía causa alrededor del 19% de las muertes de niños menores de 5 años en todo el mundo, principalmente en los países en desarrollo. En Polonia, la tasa de mortalidad por neumonía es inferior a 1/1000 al año. Aproximadamente el 10% de los niños de 13-14 años padecen asma en Polonia. Podemos dividirlas en las de curso agudo, es decir, a corto plazo, y las de curso crónico, es decir, a largo plazo, durante muchos años. En la primera parte se hablará de las enfermedades agudas.
Neumonía
Se trata de una enfermedad inflamatoria aguda de los pulmones con fiebre, tos y disnea, diagnosticada sobre la base de características clínicas o radiológicas. Es una de las enfermedades más frecuentes en los niños. Su curso y manejo dependen del agente etiológico. Desde el punto de vista clínico, es importante distinguir entre laneumonía adquiridaen la comunidad (NAC), cuando la enfermedad se desarrolla fuera del hospital o menos de 48 horas después de la hospitalización, y laneumonía adquirida en el hospital (HTAP), cuando la enfermedad se desarrolla en el hospital, pero más de 48 horas después de la hospitalización. Se diferencian por sus factores etiológicos. Estos factores también dependen de la edad. En los recién nacidos y los lactantes de hasta 3 meses de edad, las bacterias son la causa más común de infección, entre los 4 meses y los 4 años la neumonía suele estar causada por virus, y a partir de los 5 años es más frecuente que esté causada por bacterias, incluidas las atípicas, y con menos frecuencia por virus.
La neumoníabacteriana suele presentarse con fiebre, escalofríos y disnea. Al principio, el niño tose de forma seca, luego productiva, y puede quejarse de dolor torácico y abdominal. Las infecciones por bacterias atípicas, como Mycoplasma o Chlamydia, suelen presentarse con poca o ninguna fiebre, una tos seca, a menudo con sibilancias, similar a la neumonía vírica.
A la hora de diferenciarlas, hay que tener en cuenta la posibilidad de aspiración de un cuerpo extraño. Una neumonía frecuente puede sugerir una enfermedad crónica: asma, fibrosis quística, inmunodeficiencia.
El tratamiento depende del factor etiológico. Debe procurarse una hidratación adecuada, administrar antipiréticos. La terapia antibiótica debe abandonarse en niños pequeños en buen estado general y con síntomas leves. Los niños en los que se sospeche una etiología bacteriana de la enfermedad deben recibir un antibiótico acorde con la etiología esperada; debe utilizarse un antibiótico macrólido si se sospecha una bacteria atípica.
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La hospitalización es necesaria para los bebés menores de 6 años, los niños con signos de hipoxia, respiración acelerada, estado general grave, enfermedad crónica, lesiones extensas en la radiografía de tórax y complicaciones de la neumonía como líquido pleural o absceso.
Es importante recordar que, aunque en los países desarrollados con un buen acceso a la atención médica, el pronóstico de la neumonía suele ser bueno, no deja de ser una enfermedad grave.
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