Se presenta el efecto de la terapia hormonal sustitutiva en la aparición de hemorragias uterinas.
Hemorragia irregular
La probabilidad de cáncer de endometrio en presencia de hemorragias irregulares en mujeres posmenopáusicas es del 10% y de proliferación endometrial del 15%. Por el contrario, aproximadamente el 25% serán patologías estructurales endometriales benignas como pólipos endometriales o miomas submucosos. Las causas de las hemorragias restantes durante este periodo en las mujeres con endometrio atrófico que no utilizan HTA no se explican del todo. Se barajan las petequias superficiales y el daño de la mucosa debido a la fragilidad de los vasos del revestimiento, así como la endometritis crónica, la rotura de quistes endometriales o la inflamación de las glándulas endometriales con el consiguiente daño vascular. Por otro lado, en las pacientes que utilizan HTA, pueden producirse hemorragias anormales sin una causa uterina clara en un contexto de endometrio atrófico inestable e incumplimiento de la terapia, absorción intestinal variable del fármaco, interacciones con otros medicamentos o trastornos de la coagulación.
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El efecto del progestágeno administrado depende de la acción previa de los estrógenos, que deben estimular los receptores de progestágeno. Además, una acción importante del progestágeno es reducir el número de receptores de estrógenos y progesterona, reduciendo así la sensibilidad del endometrio a ambas hormonas. La administración a corto plazo de progestágeno induce cambios secretores en las glándulas y cambios pseudoendometriales en el revestimiento. El efecto de la administración continua o repetida de progestágenos conduce a una reducción del número de receptores estrogénicos y a una pérdida gradual de la sensibilidad a los estrógenos. Se observan cambios pseudoepiteliales del fino revestimiento y atrofia glandular, por lo que se produce un endometrio atrófico, que puede convertirse en la causa de un sangrado irregular o de la ausencia de sangrado.
En un estudio de administración oral y transdérmica de 17-beta estradiol y acetato de NETA transdérmico secuencial o continuo a dosis de 170 mg y 350 mg, también se evaluó el perfil hemorrágico. En el grupo de acetato de NETA secuencial, se observaron hemorragias regulares en aproximadamente el 55% de las pacientes con la dosis de 170 mg de NETA y en el 69% de las pacientes con la dosis de 350 mg de NETA, mientras que las hemorragias terminaron antes en el grupo de la dosis más baja de 170 mg, en el que se observaron aproximadamente un 30% menos de días de hemorragia. Se observaron hemorragias irregulares en el 11-18% en el grupo de dosis más baja de NETA y en el 11-25% en el grupo de dosis más alta de NETA, mientras que no se observaron hemorragias en el 3,3% y el 6,5% de las mujeres, respectivamente. La proporción de mujeres con hemorragia prolongada también fue mayor en el grupo de 350 mg de NETA. En el grupo de terapia cíclica, se produjo una reducción de los incidentes de hemorragia del 35% y el 45% de las pacientes en el primer ciclo al 25% y el 15% al final de la terapia en los grupos de 170 mg y 350 mg de NETA, respectivamente. Alrededor del 20% de las mujeres no tuvieron ninguna hemorragia en ningún ciclo. En comparación con la terapia secuencial, en la que se observaron más hemorragias prolongadas, en la terapia continua éstas fueron en su mayoría hemorragias mínimas. Se observaron en el 50% de las mujeres durante los 3 primeros meses de tratamiento, aunque la frecuencia aumentó al 68% en los 3 últimos meses de tratamiento.