Comer es uno de los mayores placeres de nuestra vida. Pero no sólo es un placer, también es el arte de proporcionar al cuerpo todos los ingredientes que necesita. Merece la pena darse cuenta de que lo que comemos tiene un gran impacto en nuestra salud tanto mental como física. Sólo tenemos que recordar algunas reglas para armonizar nuestro modo de vida con la alimentación de modo que formen un todo armónico.
3 Un impulso de energía por la tarde
Normalmente, los niveles de energía descienden bruscamente por la tarde. Tome entonces un almuerzo ligero, que sea una combinación de proteínas y pequeñas cantidades de carbohidratos. Puede ser pasta integral con carne magra como pollo o pescado, sopa con pan o una ensalada con atún y tostadas con cereales. Si hay oportunidad, encuentre tiempo para compartir una comida con los compañeros de trabajo. La gimnasia parece lo último que debería hacer una persona cansada, pero mover el cuerpo aumenta la necesidad de oxígeno del organismo, lo que a su vez incrementa los niveles de energía. Un paseo de unos minutos por la oficina mejorará sin duda nuestro estado de ánimo. Nos permitirá relajarnos y digerir mejor la comida, aumentará nuestra energía y mejorará nuestra concentración para el resto del día en el trabajo.
Foto ojoimages
4. picar entre horas
La tentación de echar mano de la comida entre horas es enorme. Sin embargo, entrenemos nuestra fuerza de voluntad y, cuando tengamos antojo de algo dulce, intentemos elegir lo que es saludable. En lugar de una crema, comamos un plátano, y en lugar de un paquete de dulces, compremos un "tentempié de rescate": un paquete de frutos secos. Picar fruta fresca o seca, una barrita de cereales, frutos secos o mousses o batidos de fruta entre comidas es sin duda mejor para nuestra salud y nuestra figura. Para mantener los niveles de energía necesarios a lo largo del día, intente comer tres comidas pequeñas al día y tentempiés saludables.
5. Calmarse por la noche
Tanto lo que comemos como cuándo lo hacemos repercuten en nuestro sueño. Para asegurarse de no tener problemas para conciliar el sueño tras un día agotador, merece la pena cuidar algunos detalles. Durante el día, beba unos ocho vasos de líquido. A partir del mediodía, evite las bebidas que contengan cafeína. Cene algo ligero pero nutritivo. Una buena elección es coliflor o brécol con carne magra, un puñado de frutos secos y un vaso de leche tibia con una cucharadita de miel. Un baño caliente con un poco de esencia de lavanda, un dormitorio aireado y cortinas ajustadas en las ventanas también ayudarán. Cuanta menos luz haya, más melatonina producirá el cuerpo, lo que hace que sea mucho más fácil conciliar el sueño.
Merece la pena cuidar lo que come, ya que afecta tanto a su aspecto como a su estado de ánimo. Sin embargo, el esfuerzo valdrá la pena, y una tez más sana y radiante y un cabello brillante y bonito serán la mejor recompensa para todos.