Cuando nos duele una articulación, por reflejo intentamos prescindir de ella, aunque esto no reduzca en absoluto las molestias. Además, cuando la articulación no se utiliza, se vuelve rígida y cualquier movimiento resulta aún más doloroso. Lo más importante, por tanto, es aliviar el dolor y tratar adecuadamente la articulación afectada para que pueda volver a moverse.
Un dolor articular intenso es extremadamente molesto, ya que bloquea el movimiento normal. Ponerse de pie o arrodillarse se convierte en un problema, y las actividades cotidianas más sencillas son un verdadero suplicio. Entonces, ¿cuál es la causa del dolor y podemos combatirla nosotros mismos? Las articulaciones dolorosas siempre requieren un diagnóstico reumatológico. Hay un tratamiento diferente para la artrosis, la enfermedad por sobrecarga, las afecciones tras lesiones deportivas, y otro para la artritis reumatoide, dice la doctora Barbara Rymaszewska, especialista en balneología y medicina física de los Hoteles Malinowe. Sin embargo, hay factores de riesgo que debemos vigilar y nivelar nosotros mismos con antelación.
Factores de riesgo
El principal factor que contribuye a la sobrecarga de las articulaciones y su consiguiente hinchazón es la obesidad. Esto es especialmente cierto en la articulación de la cadera y la rodilla. Por lo tanto, el primer paso para deshacerse de la inflamación articular es perder peso siguiendo una dieta adecuada y haciendo ejercicio de forma moderada que no sobrecargue las articulaciones. También es importante evitar sobrecargar las articulaciones doloridas, por ejemplo, arrodillarse y ponerse en cuclillas con las rodillas doloridas. Si la articulación de la cadera o de la rodilla ya está dañada, la solución definitiva es sustituirla por una endoprótesis. Otras causas de dolor articular pueden ser una infección, una sobrecarga, un traumatismo o una lesión, como en el caso de los deportistas, que al fin y al cabo no son obesos.
Los corredores de fondo, los velocistas y los levantadores de potencia son especialmente propensos a la artrosis. La situación tampoco es fácil para las personas que trabajan todo el día delante de un ordenador, limpian de rodillas, juegan al golf o al tenis, o realizan actividades manuales (dibujar, escribir, pintar) y tareas domésticas. En su caso, las articulaciones del codo y la rodilla son las que más sufren. La muñeca duele cuando hay tendinitis, que se produce como consecuencia de un uso excesivo del tendón. Las lesiones frecuentes también afectan a los hombros. Éstas pueden dar lugar al síndrome del hombro doloroso, que se origina por la rigidez del hombro - todo lo cual restringe y perjudica gravemente el movimiento de la mano fuera de esta articulación.
Cómo protegerse
Nuestra dieta no carece de importancia. Las personas con carencias de vitaminas tan importantes como la A, C y E, así como de selenio, son especialmente propensas a sufrir trastornos articulares. Estos valiosos ingredientes se encuentran principalmente en la fruta y la verdura. El betacaroteno, que el organismo convierte en vitamina A, se encuentra en las zanahorias, los albaricoques y los melones. La vitamina C se encuentra principalmente en los pimientos rojos y amarillos, las naranjas, los limones, las coles, las coles de Bruselas y las patatas.