El acné neonatal es un motivo frecuente por el que los padres acuden al pediatra. Se trata de lesiones benignas que se resuelven sin secuelas permanentes y que, por lo general, sólo requieren cuidados cuidadosos y, en casos excepcionales, medicación. El pediatra realiza el diagnóstico basándose en un examen. Las lesiones, en forma de pústulas y pápulas, deben diferenciarse de otras lesiones similares al acné, que también son predominantemente benignas.
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