El vestido es una de las formas de expresión más importantes. No es de extrañar, por tanto, que el dicho "como te ven, te escriben" se haya asentado firmemente en nuestra cultura. Para estar guapa, merece la pena cuidar su vestuario. Un cuidado adecuado de los tejidos le permitirá disfrutar durante mucho tiempo de su vestido, chaqueta o jersey favorito de lana fina.
De este modo, el esfuerzo de planchado posterior será menor. Procure no colgar la ropa al sol, ya que corre el riesgo de desteñirse. Las camisas y chaquetas pueden colgarse en una percha, lo que garantizará que no pierdan su corte. Los jerseys de lana deben plancharse bien en una toalla y secarse en plano antes de colgarlos.
Tercera etapa: el planchado
Las costureras profesionales saben que el planchado es la mitad de la batalla. A menudo utilizan vapor para dar el efecto perfecto a la prenda. ¡Y con vapor! Las planchas antiguas se han convertido en cosa del pasado. Los sistemas integrados como LauraStar son ahora un básico del armario. Gracias al efecto vapor, podrá reducir al menos a la mitad el tiempo dedicado al planchado, ya que podrá alisar ambos lados del tejido de una sola vez. Una función indispensable es el planchado vertical, que puede hacer frente a cortes no estándar como abultamientos o pliegues. El sistema ajusta intuitivamente la temperatura al tipo de tejido, con lo que se evitan los brillos y, desde luego, no se quema la tela.
Si utiliza una plancha convencional, no olvide un paño húmedo. También es esencial comprobar las instrucciones del fabricante en la etiqueta. Las prendas deben plancharse preferentemente por el lado izquierdo. Después de plancharlas, deben enfriarse y evaporarse, de lo contrario se arrugarán rápidamente.
Si sigue algunos consejos para el cuidado de los tejidos, tendrá la garantía de lucir siempre un aspecto especial. Los detergentes y el equipo adecuados le ayudarán. Esta combinación hará que nos olvidemos de las visitas a la tintorería, que suelen asociarse a una pérdida de tiempo y a gastos elevados. Podemos convertirnos en expertos en lavar y planchar nosotros mismos.