Merece la pena averiguar qué hábitos domésticos deberíamos cambiar para proteger nuestro planeta y hacerlo hermoso para las generaciones futuras.
Reducir el consumo de agua
Controlar el agua que utilizamos no sólo nos permitirá vivir ecológicamente, sino que también tendrá un impacto positivo en el presupuesto doméstico. Por eso debemos reparar prioritariamente todos los grifos y válvulas que goteen.
Conviene saber que si eliminamos un grifo que gotea y del que sólo sale una gota de agua cada tres segundos, ahorraremos 1 700 litros de agua al año. Otro ahorro vendrá de tomar una ducha corta en lugar de un baño lleno de agua. En el transcurso de cinco minutos en la ducha, utilizamos unos 50 litros de agua, mientras que en un baño gastamos unos 120 litros.
Utilice productos ecológicos
Los productos ecológicos no sólo son respetuosos con el medio ambiente, también son buenos para nuestra salud. Es un error común creer que sólo los alimentos o los cosméticos pueden ser ecológicos. Sin embargo, si queremos vivir en armonía con la naturaleza, también deberíamos pensar en utilizar productos de limpieza ecológicos en casa, como la línea de productos ecológicos Green Vision.
No sólo son más respetuosos con el medio ambiente que sus homólogos tradicionales, sino que también son mucho más suaves con su salud. Productos como Green Vision no provocan alergias ni sensibilizaciones y, sobre todo, son igual de eficaces que los detergentes tradicionales.
Deshágase de las pilas
Las pilas usadas que acaban en un vertedero tradicional son un peligro para el medio ambiente, ya que contienen sustancias nocivas como plomo, mercurio y cadmio. Recuerde que una sola pila puede contaminar el suelo y el agua.
Por lo tanto, debemos deshacernos de cada pila de forma adecuada. Por ejemplo, podemos depositarlas en contenedores especiales situados, por ejemplo, en algunos supermercados o instituciones públicas.
Utilice bolsas ecológicas
Según los expertos, las bolsas de plástico que, una vez utilizadas, se tiran directamente al cubo de la basura pueden tardar hasta varios cientos de años en descomponerse. Por ello, lo mejor es llevar bolsas ecológicas y reutilizables cuando salga de casa para hacer la compra.
