Desgraciadamente, los piojos en los niños suelen asociarse a la falta de higiene. Es cierto que mientras asisten a guarderías o escuelas, los pequeños pueden contagiarse accidentalmente de otros portadores y esto no indica negligencia. Sólo los piojos recurrentes pueden convertirse en un fenómeno preocupante que requiere una inspección minuciosa de todos los miembros del hogar y un análisis de sus hábitos.
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