Encías, mucosa alveolar, cemento radicular, hueso alveolar, ligamentos, vasos sanguíneos, vasos linfáticos, nervios y tejido conjuntivo: estos son los componentes del periodonto. Su superficie total equivale a la de una mano. Por lo tanto, constituyen un caldo de cultivo bastante grande para infecciones, infestaciones y enfermedades, por lo que deben cuidarse de la misma manera que cuidamos nuestros dientes.
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