Las enfermedades inflamatorias intestinales se caracterizan por una inflamación crónica del tracto gastrointestinal que provoca numerosos síntomas y complicaciones. El impacto de la actividad física en el curso de estas afecciones ha sido ampliamente investigado, demostrando que el ejercicio regular puede ayudar a reducir la inflamación, mejorar el bienestar general de los pacientes y reducir la tasa de recaídas.