En los recién nacidos, la ictericia es un fenómeno bastante común y normalmente inofensivo asociado a la inmadurez del hígado. A veces, sin embargo, la coloración amarillenta de la piel y los ojos dura más tiempo, acompañada de orina oscura, heces decoloradas o agrandamiento del hígado. En tales situaciones, los médicos se plantean causas más graves, como la hepatitis neonatal y la atresia biliar.
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