Durante el nacimiento, la piel está cubierta de una mancha fetal blanquecina y calcárea. En los primeros días de vida del bebé, su color se vuelve cada vez más rosado y pueden observarse todo tipo de cambios y erupciones en la piel. Algunos son fisiológicos y no requieren ningún tratamiento, mientras que otros pueden ser síntomas de una enfermedad.
Publicidad: