La cirrosis, una enfermedad desgraciadamente cada vez más frecuente, expone al paciente a diversos problemas como las varices esofágicas, la ascitis o la encefalopatía hepática, entre otros. Asociadas a la cirrosis existen diversas anomalías, una de las cuales es la alteración de la composición de la flora intestinal presente en la boca y los intestinos. Como han argumentado científicos de la Virginia Commonwealth University y del Hunter Holmes McGuire VA Medical Center, las interacciones que afectan a la composición de la flora intestinal -incluido el tratamiento de la enfermedad periodontal- pueden repercutir en el estado de los pacientes con cirrosis.
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