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Una sonrisa bonita y sana

Monika Mierzwa

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Una sonrisa bonita y sana

Panthermedia

Blanqueamiento dental

Una sonrisa sana siempre ha sido la tarjeta de visita de una persona. Sobre todo, causa una gran primera impresión al darnos confianza.

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Unos dientes perfectos con un brillo nacarado son sin duda nuestro atributo más bello e importante. La gente del mundo del espectáculo también lo sabe e invierte mucho dinero en su sonrisa perfecta porque es su tarjeta de presentación. Hoy en día, tenemos un gran acceso a métodos fáciles, rápidos y agradables, y lo que es más importante, eficaces para conseguir unos dientes blancos como la nieve. Podemos aplicarlos tanto en la consulta del dentista como en nuestras casas.

Consulta con el dentista

Antes de decidirnos por un tratamiento de blanqueamiento dental, lo primero que debemos hacer es cuidar nuestros dientes. Qué importa si tenemos los dientes brillantes cuando están rotos, enfermos o cubiertos de sarro. No eche mano inmediatamente de la primera pasta dentífrica blanqueadora o de cualquier otro producto químico del estante del supermercado.

Merece la pena consultar a un dentista que le ayude a elegir el método adecuado. Puede resultar que baste con eliminar el sarro y la placa de sus dientes para blanquearlos. El sarro puede eliminarse de varias formas: manualmente, mecánicamente (ultrasonidos, sonido). En la actualidad, los depósitos se eliminan mediante un suave chorro de arena dental. Este método es totalmente seguro para el esmalte. También merece la pena consultar a su ortodoncista. Quizá debería decidir enderezar primero sus dientes y sólo después someterse al blanqueamiento dental.

Para dejarlos blancos

Además, cada uno de nosotros viene al mundo con un color de dientes "programado genéticamente". Existen muchas tonalidades: desde el blanco y el crema hasta el amarillento o el gris. Nuestros dientes también se oscurecen con la edad. Nosotros mismos contribuimos al cambio de color de nuestro esmalte al fumar, beber café, té y vino tinto.

foto ojoimages

Para recuperar el tono deseado de los dientes, tenemos a nuestra disposición diversas formas, desde métodos caseros de uso común hasta tratamientos profesionales en clínicas dentales. La elección depende de nuestras expectativas y de nuestro bolsillo. El método de blanqueamiento también se elige en función del color del hueso, la estructura del esmalte, la sensibilidad y el estado de los dientes.

Métodos caseros de blanqueamiento dental: dentífricos, tiras, geles

Si queremos iluminar ligeramente nuestra sonrisa, podemos utilizar pastas blanqueadoras. En el mercado existe toda una gama de ellas. Eliminan las pequeñas decoloraciones, pero no cambian el color del esmalte. Este método requiere constancia y un uso diario regular y prolongado. Algunos dentífricos contienen abrasivos y su uso prolongado puede dañar el esmalte. Ante todo, la pasta dentífrica debe ser segura y, además de blanquear, debe cuidar los dientes. En las mejores droguerías y farmacias podemos conseguir tiras y geles blanqueadores. Contienen las mismas sustancias que se utilizan en las consultas dentales, pero en una concentración mucho menor. Pueden aclarar los dientes hasta 2-4 tonos.

Blanqueamiento profesional - superposición

El dentista prepara unas cubetas adyacentes a los dientes. Las aplicamos junto con un gel especial todos los días por la noche y durante unas horas durante el día. El ciclo completo dura unos 10 días. El efecto es visible ya después de 5-6 días de tratamiento y dura de 6 meses a más de 12 meses.