Sin embargo, cuando de repente nos falta un trabajo, nuestros puntos de vista tienden a cambiar. Un desempleado que busca trabajo se esfuerza por conseguir algo más que la existencia material. A pesar de ello, no siempre se tiene en cuenta el aspecto social y psicológico del trabajo.

Trabajamos, aunque nadie nos obligue a ello. ¿Por qué los jubilados buscan a menudo un trabajo ocasional? ¿Por qué las mujeres deciden tan raramente quedarse en casa? Dejando a un lado el factor material: necesitamos trabajar. Es un privilegio que no apreciamos a diario.

Dicen que no hay deshonor en trabajar. Cuando oigo tales palabras, siempre pienso en la excepción que confirma la regla. Sin embargo, ateniéndonos a la Clasificación Oficial de Ocupaciones (en la que se omite discretamente esta excepción), es imposible refutarla. También merece la pena plantearse si estamos enseñando a nuestros hijos a respetar el trabajo, sea cual sea su profesión. ¿Con qué frecuencia decimos "buenos días" a la limpiadora o al portero que trabajan en nuestro lugar de trabajo? Hay una forma muy rápida y fácil de aprender a respetar. Yo solía recoger basura en un parque como parte de mi trabajo de verano. Realizaba esta actividad con la cabeza bien alta. Estaba orgullosa de ganar dinero de forma honrada, ¡además el parque era tan bonito en aquella época! Fue una experiencia muy valiosa. Recomiendo este tipo de "terapia" a todo el mundo.

Así que tenemos vacaciones de trabajo. Como todos los años, esperamos con impaciencia el llamado fin de semana largo. Planeamos viajes y otras actividades diversas. Al mismo tiempo, reconocemos que el trabajo es importante y merece ser reconocido. Expresamos esto ... alejándonos del trabajo. ¿No es paradójico? ¿Y si, al celebrar la idea del trabajo, trabajáramos gratis un día al año? Sí, sí, ya puedo oír todas esas voces de disconformidad. Es una idea utópica, pero quizá así aprenderíamos que el trabajo no es sólo una forma de ganar dinero.