Las personas que padecen cáncer recurren muy a menudo a la medicina alternativa. Este tipo de terapia, muchas veces denominada "terapia adyuvante", se utiliza fácilmente por varias razones. Los tratamientos convencionales curan aproximadamente al 50% de los enfermos de cáncer.

Por lo tanto, el resto de los pacientes están potencialmente interesados en buscar métodos de tratamiento distintos a los convencionales. Otra razón son los efectos secundarios de los tratamientos convencionales (como la quimioterapia o la radioterapia), que son perjudiciales para el organismo y pueden provocar diversos tipos de daños y, por tanto, una discapacidad temporal o permanente. Por lo tanto, no es de extrañar que los pacientes tengan dudas sobre el tratamiento y busquen métodos menos invasivos.

También cabe señalar que los casos de curaciones milagrosas tienen un gran impacto en la psique humana, ya que dan esperanzas de una curación rápida, al tiempo que restan eficacia a los métodos convencionales.

En la lucha contra el cáncer, la medicina no convencional utiliza medidas como:

• la bioenergoterapia
• acupresión,
• hipertermia,
• productos biológicos (como antineoplastones, "vacunas"),
• preparados de hierbas de diversos tipos (té indio, hierbas chinas, cartílago de tiburón, preparados de turba),
• micronutrientes,
• muchos tipos de dietas,
• técnicas psicológicas utilizadas en el trabajo con el paciente.

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Por desgracia, muy a menudo la curación atribuida a un método alternativo tiene su origen en otra parte. Puede tratarse de un efecto diferido del tratamiento convencional, de una regresión espontánea, de una progresión errónea de la enfermedad interpretada como una curación, así como a veces resulta que la persona sometida al tratamiento no tenía realmente cáncer.