El primer intento documentado de utilizar tejido del propio paciente para corregir un defecto estético se llevó a cabo ya en 1893, cuando Franz Neuber, un médico alemán, realizó un procedimiento para trasplantar un trozo de tejido graso tomado del brazo del paciente a su cara, concretamente a una zona distorsionada por una osteítis tuberculosa.
Sin embargo, el verdadero avance en medicina estética se produjo con el trasplante de células cutáneas del propio paciente, multiplicadas por las células del propio paciente, en la piel afectada por el defecto estético -véanse arrugas, cicatrices, estrías, etc. - las células cutáneas del propio paciente multiplicadas en laboratorios especializados en cultivos celulares.
Experimentos con fibroblastos
Hasta ahora, en Polonia se han realizado experimentos con la multiplicación y el trasplante de los fibroblastos del propio paciente (la investigación fue llevada a cabo por dos médicos: el Dr. A. Ignaciuk y el Dr. P. Surowiak).
Fibroblasto: célula derivada del mesodermo que segrega fibras y matriz de tejido conectivo. Los fibroblastos producen colágeno, glucosaminas, elastina y glicoproteínas. El contenido adecuado de los compuestos mencionados producidos por los fibroblastos en la piel es el factor determinante de todos sus parámetros mecánicos. En otras palabras, una disminución de la actividad de los fibroblastos es la causa de las arrugas.
Los médicos han llevado a cabo varios procedimientos de este tipo en sus pacientes.
En su opinión, las principales ventajas de trasplantar sus propios fibroblastos son:
- ausencia de efectos secundarios o reacciones distantes
- ningún riesgo de transmisión de infecciones
- ningún riesgo de reacciones del sistema inmunitario
- efectos de mejora duraderos - hasta 7 años (esta conclusión se basa en datos extranjeros conocidos
Experiencias con células madre
Célula madre (célula troncal): célula que tiene capacidad para un número ilimitado de divisiones y diferenciaciones. Tales células pueden encontrarse en todas las etapas de la vida de un organismo.
En el cuerpo de todo ser humano hay células que son "de reserva". A partir de estas células, cuando los tejidos circundantes envían la señal adecuada, se forma una célula progenitora y una célula cuya tarea es diferenciarse en una célula especializada y específica de un tejido. Su presencia es esencial para que el organismo funcione correctamente. Sirven para la renovación continua de los tejidos (por ejemplo, la queratinización de la epidermis, el crecimiento del pelo, pero también los procesos de renovación continua de todos los tejidos que no son visibles a simple vista). Su presencia también es esencial en condiciones patológicas como los traumatismos.
Grandes cantidades de células madre, que además son relativamente fáciles de obtener para los médicos, se encuentran, por ejemplo, en la médula ósea y en la piel. Con un sencillo procedimiento, las células madre pueden extraerse de estas zonas y, a continuación, multiplicarse fuera del organismo. La extracción de células madre de la piel se considera la más segura y menos gravosa para el paciente.
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Basta con tomar un pequeño trozo de piel para extraer de él células madre y fibroblastos. La gran ventaja de tomar las propias células madre es que volver a administrarlas no implica riesgo de rechazo ni requiere medicación adicional.
El pequeño trozo de piel necesario para producir las células madre y los fibroblastos es tomado por un médico especialmente formado, como procedimiento ambulatorio (no es necesario acudir al hospital). La biopsia se toma en una zona especialmente invisible, normalmente detrás de la oreja, y el procedimiento en sí es prácticamente indoloro.