Con demasiada frecuencia se produce una tragedia. Demasiado a menudo una persona, atormentada por diferentes emociones y por diferentes motivos, levanta la mano contra su propia vida. Siempre es una tragedia. Y más aún porque un suicidio consumado es también un trauma para otras personas: para la familia, los amigos, los testigos directos del suceso. Una persona muere y las personas relacionadas con ella se desvanecen. Se trata de un problema social muy importante que afecta a muchas familias en Polonia. El 10 de septiembre fue el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, un acontecimiento de gran importancia para el debate público.