Cracovia, principios del siglo pasado, sala de medicina interna del hospital San Lázaro. Un joven médico realiza un examen general a un paciente. Le pregunta por sus dolencias, su intensidad, las circunstancias de su aparición. En el curso de una entrevista típica, pregunta de repente: "¿Y la vida íntima de la honorable dama, satisfactoria?". La mujer se ruboriza y estalla de indignación.
Stanislaw Teofil Kurkiewicz, pues de él se trata, parece haberse acostumbrado con el tiempo a reacciones similares de sus pacientes: la etiqueta burguesa de la Cracovia de principios del siglo XX no preveía conversaciones sobre "estos temas". Mientras tanto, el Dr. Kurkiewicz veía una gran necesidad de liberar la esfera sexual de los confines de los vínculos habituales. No sólo sacrificó su carrera o sus ahorros por esta idea; de hecho, le dedicó toda su vida por completo. Pero paso a paso.
Nuestro protagonista nació en 1867 y se doctoró en medicina con casi treinta años. Su trabajo en el hospital terminó relativamente rápido: la dirección no aprobaba la actividad creativa del joven médico, que avergonzaba a sus pacientes. Las quejas, las amonestaciones y la expulsión de la sala de mujeres no sirvieron de nada; el Dr. Kurkiewicz intentaba constantemente recopilar el historial sexológico de las pacientes. Así que la colaboración terminó y a partir de ese momento el joven médico pudo por fin dedicarse a sus intereses: abrir una consulta privada en condiciones.
La clínica sexológica - Ordinatorium sexuologicum - realiza actividades médicas y se ocupa de todo tipo de asuntos relacionados con la vida sexual humana cotidiana, a excepción de las enfermedades venéreas y las enfermedades femeninas. Así anunciaba su consulta; tenía su sede en el número 20 de la calle Batory, donde aún hoy cuelga una placa conmemorativa de su labor. Además de atender a los pacientes, publicaba artículos sobre sexología en la prensa médica, pero también en diarios y semanarios populares.
Incomprendido y objeto de burlas por parte de sus colegas de profesión, el Dr. Kurkiewicz fue sin embargo un pionero de la sexología en el entonces yermo terreno de la medicina polaca. En 1905, a sus expensas, publicó la obra Z docieków (studia) nad życiem płciowem. Volumen I. El vagabundeo inconsciente y el sufrimiento, que fue el primer estudio profesional destinado a un público amplio. En él describió con detalle la esencia del impulso sexual y señaló las diferencias en sus manifestaciones según el sexo. Rompió tabúes al abordar el tema de la sexualidad femenina, cuya existencia se negaba a menudo en aquella época. El volumen II de la publicación, titulado La sexualidad de la mujer. Una distinción detallada de las actividades sexuales, puede considerarse el primer manual sexológico polaco.
