El síndrome del intestino irritable puede aparecer ya en la infancia. El diagnóstico y tratamiento de esta afección suele plantear problemas a pediatras y médicos de cabecera. El autor de este artículo resume los principios prácticos del tratamiento de un niño con sospecha de síndrome del intestino irritable. En la primera parte del estudio se analizan las características clínicas típicas de la enfermedad y los principios del diagnóstico diferencial.
Síndrome del intestino irritable - introducción
Eldolor abdominal crónico y recurrente es un problema cada vez más frecuente en la práctica médica. En los últimos años, ha aumentado la frecuencia de estos trastornos y su aparición en niños cada vez más pequeños. Analizando los resultados de los exámenes detallados realizados en niños hospitalizados por dolor abdominal crónico, se puede plantear la hipótesis de que en la mayoría de ellos el dolor abdominal no está causado por ninguna enfermedad orgánica grave.
En la práctica pediátrica moderna, la principal causa de las molestias gastrointestinales crónicas son los trastornos psicosomáticos (estrés). Esta afección, denominada dolor abdominal funcional, se clasifica a veces como una enfermedad de la civilización, ya que está claramente asociada a un estilo de vida y una dieta "occidentales", así como al omnipresente estrés y a la disfunción familiar, cada vez más comunes en la sociedad moderna. Por ello, el conocimiento de los principios de diagnóstico y tratamiento de las afecciones de este grupo parece esencial para todo pediatra y médico de cabecera.
Síndrome del intestino irritable: definición, descripción
Los pacientes con dolor abdominal no relacionado con una enfermedad orgánica grave suelen cumplir los criterios para el diagnóstico de una de las dos principales entidades patológicas: el síndrome del intestino irritable y la dispepsia funcional. Mucho más raras son, también incluidas en la clasificación de enfermedades funcionales, la migraña abdominal y la aerofagia. En este documento se analizará la forma más común de dolor abdominal funcional: el síndrome del intestino irritable. El diagnóstico del síndrome del intestino irritable (SII) puede hacerse en un niño:
- de una edad que permita una evaluación fiable de las quejas (normalmente más de 5 años)
- cuya existencia de diversas afecciones orgánicas graves que puedan causar dolor abdominal se haya excluido al menos provisionalmente
- que padezca dolores o molestias crónicos o recurrentes localizados en la cavidad abdominal, caracterizados por al menos dos de los tres rasgos siguientes
- 1) el inicio de la dolencia está asociado a un cambio en la frecuencia de las deposiciones
- (2) el inicio se asocia a un cambio en la consistencia de las heces
- (3) la resolución se produce inmediatamente después de la defecación
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Síndrome del intestino irritable - cuadro clínico
El cuadro clínico típico del SII es el de dolores paroxísticos, a menudo de tipo cólico, que duran de varios minutos a unas horas, que ocurren sólo durante el día, en un niño con un desarrollo físico normal, generalmente de más de nueve años. Entre los ataques el niño se encuentra bien. El dolor en el SII suele localizarse en la parte media del abdomen y la fosa ilíaca izquierda, acompañado de una tendencia al estreñimiento o la diarrea (vide definición: cambio en la frecuencia y/o consistencia de las heces), el alivio tras la defecación y la presencia de cantidades significativas de moco en las heces son típicos.
En muchos pacientes, se alternan periodos de estreñimiento y diarrea, y existe una marcada exacerbación de los trastornos de la defecación en situaciones de estrés. Las descripciones "clásicas" de los pacientes adultos con SII, informan además de síntomas como debilidad, dolores de cabeza, taquicardia y sensación de palpitaciones, micción frecuente con sensación de vaciado incompleto de la vejiga, sequedad de boca, picor en la piel. Estos síntomas son raros en los niños más pequeños, pero pueden darse en adolescentes. La mayoría de los pacientes son niñas.
Suelen ser niños hiperactivos, o hipersensibles, introvertidos, a veces con un carácter perfeccionista. El examen psicológico puede revelar conflictos familiares latentes, traumatismos, reacciones de ansiedad. El cociente intelectual es en la gran mayoría de los casos normal o incluso superior a lo normal.
En función de los síntomas predominantes, tradicionalmente se distinguen tres subtipos de SII:
- Tipo con predominio de diarrea
- Tipo con predominio de estreñimiento
- Tipo con predominio de flatulencia y molestias abdominales
Con el cuadro clínico típico, el diagnóstico del SII es casi seguro y en muchos casos no es necesario realizar muchas investigaciones especializadas, aunque debe tenerse en cuenta que, según la definición actual, el diagnóstico del SII es un diagnóstico por exclusión, es decir, debe excluirse al menos inicialmente la coexistencia de varias enfermedades orgánicas graves. El diagnóstico diferencial no siempre implica la realización de pruebas de laboratorio o de imagen. A menudo, una historia clínica bien recopilada y bien orientada y una exploración física cuidadosa son igual de útiles.