El síncope se define como un estado de pérdida brevemente duradera de la conciencia, de la sensibilidad y también de la capacidad de realizar movimientos.
Diagnóstico y tratamiento del síncope
El diagnóstico del síncope es un proceso muy complejo, es necesario realizar una anamnesis detallada del paciente que incluya las siguientes preguntas:
- si el paciente recuerda lo que ocurrió antes y después del síncope
- si el síncope se repite con frecuencia
- qué pudo provocar el episodio de desmayo (emociones fuertes, estar en una habitación con vapor o calor, hipoglucemia, movimientos bruscos de la cabeza, etc.). Es una cuestión individual para cada paciente - qué síntomas acompañan al desmayo (náuseas, vómitos, problemas visuales, dolor ocular, dolores de cabeza)
- si se ha experimentado dolor torácico y otros síntomas de falta de aire, palpitaciones y otros
- si el paciente está tomando algún medicamento de forma regular
- si el paciente puede estar sufriendo neurosis y trastornos psiquiátricos - un
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papel muy importante en el diagnóstico del síncope es la diferenciación de éste de otras enfermedades
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¿Cómo ayudar a una persona que se ha desmayado?
- La persona que se ha desmayado debe colocarse en una posición segura
- Es crucial asegurar la cabeza (debe colocarse algo debajo de la cabeza)
- Compruebe que el paciente respira y tiene pulso
- Si no se palpa el pulso es necesario iniciar la reanimación cardiopulmonar y llamar a una ambulancia.
- Si el paciente está consciente después de desmayarse, siga hablando con él y observe su estado.
- Si el estado del paciente no mejora, también es necesario llamar a una ambulancia.
El síncope y los síntomas que lo acompañan nunca deben subestimarse, ya que pueden ser indicativos de una enfermedad y suponer una amenaza para la salud y la vida.