Según la Organización Mundial de la Salud, la demencia es un conjunto de síntomas causados por una enfermedad cerebral, generalmente crónica o progresiva, caracterizada clínicamente por múltiples alteraciones de las funciones corticales superiores como la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, la competencia lingüística y la crítica.
Además, el deterioro cognitivo suele ir acompañado de alteraciones emocionales, conductuales y motivacionales. Junto con la demencia, la calidad de vida diaria de los pacientes se deteriora. Los problemas se refieren inicialmente a las finanzas, las actividades de ocio, los contactos con la familia y los amigos, y con el tiempo al vestido, la higiene personal o la alimentación.
Epidemiología de la demencia
Los trastornos demenciales están relacionados con la edad y cuanto mayor sea el grupo evaluado, mayor será la prevalencia. La tasa de prevalencia ronda el 5% en las personas mayores de 65 años, mientras que se eleva hasta el 40% en las personas mayores de 85 años.
Los estudios epidemiológicos muestran algunos factores que pueden influir en el riesgo de demencia, estos son:
- la edad
- antecedentes familiares de demencia
- antecedentes familiares de síndrome de Down
- hipertensión
- hipercolesterolemia
- tabaquismo
- traumatismos craneoencefálicos
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Se consideran factores de protección
- niveles más altos de educación
- el mantenimiento de la actividad intelectual y física en la vejez
- una interacción social bien desarrollada
Causas de la demencia
Las posibles causas de la demencia son muchas, pero muchas son extremadamente raras. La demencia más común es la asociada a la enfermedad de Alzheimer, que representa entre el 35 y el 70% de los casos. Otras formas comunes son la demencia vascular (7-15%), la demencia con cuerpos de Lewy (5-10%), la demencia frontotemporal (5-10%) y la demencia mixta (5-15%).