El síndrome de Di George se clasifica como una enfermedad basada en mutaciones genéticas. Las mutaciones son cambios repentinos y espontáneos en la estructura del ADN que provocan la aparición de anomalías en el organismo. Por desgracia, la medicina moderna no es capaz de predecir o prevenir las mutaciones espontáneas que dan lugar a enfermedades genéticas. Recordemos que una enfermedad genética no es una condena: si se aplica correctamente, el tratamiento permite restaurar la función en un grado significativo, lo que se traduce en una mayor independencia del niño en el futuro.
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