La mejor forma de prevenir la neuropatía diabética antes del diagnóstico de diabetes propiamente dicho, y mucho más después, es un régimen de mantenimiento de la glucemia en niveles moderados y análisis regulares de la glucosa en sangre.
La glucemia en ayunas y adherente (medida 4-6 horas después de ingerir una comida), debe estar por debajo de 100 mg% (normalmente 60-99 mg%). Sin embargo, cuando la glucemia en ayunas se sitúa entre 100-125 mg%, esto indica hiperglucemia en ayunas. Debe realizarse entonces una prueba oral de tolerancia a la glucosa tras una carga de 75 g de este azúcar. Si, 2 horas después de beber la solución de glucosa (en 250 ml de agua), el nivel de glucemia es de 140-199 mg%, estamos ante una tolerancia anormal a la glucosa.
La hiperglucemia en ayunas junto con una tolerancia anormal a la glucosa significan un estado prediabético. Este hecho debe incitar al paciente a realizar cambios en su estilo de vida, prestando especial atención a las medidas contra la neuropatía.
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Cuando, por el contrario, el nivel del citado monosacárido es superior a 200 mg%, debe realizarse una prueba adicional de glucosa en plasma o suero venoso en ayunas entre 8 y 14 horas después de la comida. En el caso de que el resultado de la prueba mencionada indique un nivel de glucosa superior a 125 mg% y acompañe síntomas característicos, se puede hablar de diabetes.
