Una crisis epiléptica puede suponer una amenaza inmediata para la salud y la vida, por lo que requiere una actuación inmediata, eficaz y muy rápida.
Los factores desencadenantes de la aparición de un ataque epiléptico también desempeñan un papel importante, y éstos también son individuales para cada paciente .
Entre los factores que pueden provocar la aparición de un ataque epiléptico se encuentran:
- Problemas de sueño (trastornos del sueño, insomnio, despertares frecuentes durante la noche),
- retirada repentina e injustificada de fármacos antiepilépticos por parte del paciente,
- abuso de alcohol y otros agentes tóxicos,
- alteración del equilibrio hormonal,
- aumento de la temperatura corporal (durante la fiebre, enfermedades),
- agotamiento,
- problemas emocionales (contusiones, ansiedad, etc.),
- lesiones cerebrales,
- desequilibrios entre los mensajeros inhibidores y excitadores en el cerebro.
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Aparte de los factores mencionados, existen sin duda otros. Es necesario evitar los factores que pueden contribuir a un ataque epiléptico.