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Paciente diabético en la consulta dental

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Paciente diabético en la consulta dental

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Medición de los niveles de azúcar con un medidor de glucosa

El tratamiento dental de un paciente diabético requiere conocimientos y cuidados adecuados por parte del dentista. Además, el paciente debe conocer bien su estado y, lo que es más importante, tener estabilizados los niveles de azúcar. La diabetes puede tener un impacto negativo en la higiene bucal (por ejemplo, infecciones por hongos), por lo que es importante comprobar el estado de los dientes y la cavidad bucal.

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Muy a menudo, los problemas bucales son una de las complicaciones de la diabetes. Los diabéticos son mucho más propensos a tener problemas:

  • enfermedad periodontal;
  • infecciones fúngicas (resultado de la presencia de glucosa en la saliva. El problema se agrava con el tabaco y el uso de restauraciones acrílicas removibles);
  • abscesos dentales
  • muguet;
  • úlceras orales.

Importante Los pacientes diabéticos deben visitar al dentista 4 veces al año.

Los diabéticos experimentan con bastante frecuencia síntomas de sequedad y ardor en la boca. Las glándulas salivales no funcionan correctamente: no segregan una cantidad adecuada de saliva, que es una especie de barrera natural para los dientes y las encías contra la influencia de las bacterias patógenas (elimina los restos de comida de entre los dientes e impide el desarrollo de caries).

Los dentistas y el tratamiento de la diabetes

Un paciente diagnosticado de diabetes que acuda al dentista debe informarle absolutamente de la enfermedad, así como de la medicación que está tomando.

Es importante. Informar al dentista sobre la enfermedad tiene una influencia significativa en la elección de los métodos de tratamiento, especialmente en el caso de una glucemia desequilibrada.

Muchos dentistas se preocupan por el paciente diabético: les preocupa un descenso repentino de los niveles de azúcar en sangre (como consecuencia del estrés), un síncope y otras complicaciones, especialmente durante los procedimientos más graves en los que se debe administrar anestesia.

¡Importante! El miedo a la hipoglucemia acompaña no sólo al dentista, sino también al paciente.

Según los especialistas, revisando los métodos disponibles actualmente para tratar la diabetes mellitus (metfomina, así como los nuevos fármacos antidiabéticos SGLT-2, GLP-1 y fármacos incretínicos), la probabilidad de hipoglucemia es extremadamente baja.

¡Importante! El riesgo aumenta con el tratamiento con una terapia intensiva de insulina o con fármacos de antigua generación (derivados de la sulfonilurea).

Sin embargo, aunque la glucemia del paciente aumente, esto no debe ser motivo de preocupación: los valores descenderán después de la visita.

foto: panthermedia

Toda consulta dental debe estar equipada con glucosa de absorción rápida (por ejemplo, comprimidos, gel de glucosa). Antes de la intervención, el paciente debe medirse la glucosa en sangre con su propio medidor de glucosa y cuando el resultado esté entre 120 y 160 mg/dl, la preparación para la intervención es adecuada. Además de los niveles de glucosa en sangre, también conviene tener en cuenta la duración del procedimiento y el tiempo posterior en el que el paciente no podrá comer ni beber.

La hipoglucemia se produce cuando la concentración de azúcar es inferior a 70 mg/dl. La gestión de un caso así implica la administración de glucosa de absorción rápida (por ejemplo, gel, zumo, bebida dulce, terrones de azúcar).

¡Importante! Un paciente diabético debe someterse a un tratamiento dental durante un periodo de buena compensación de la diabetes.

Un diabético que vaya al dentista debe hacerlo después de comer y tomando medicación para la diabetes.