Gracias a los informes de mujeres más conocidas y apreciadas que han contraído y posteriormente vencido el cáncer de mama, el número de pacientes que se benefician de las mamografías periódicas gratuitas está aumentando constantemente. Sin embargo, no se oye hablar mucho en los medios de comunicación de casos famosos de cáncer de cuello de útero.

Sin duda, esto ayuda a que la enfermedad conserve su destructiva aura de misterio y se traduzca así en estadísticas de cribado preventivo. Por otra parte, las mujeres se explican a menudo por el hecho de que simplemente tienen miedo a un diagnóstico de cáncer y por ello posponen la visita al ginecólogo. El miedo al diagnóstico de una enfermedad mortal es natural.

Sin embargo, en el caso del cáncer de cuello de ú tero, las mujeres olvidan al mismo tiempo que la detección precoz del cáncer plantea pocos problemas a los médicos y es totalmente tratable. A pesar de las inconsolables estadísticas, los esfuerzos y el trabajo del Programa de Prevención del Cáncer de Cuello de Útero no cesan.

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Esto es especialmente cierto en el mes de octubre, que ha sido elegido como un momento de esfuerzos especialmente intensos para llegar al mayor número posible de mujeres. En este sentido, numerosas unidades de atención sanitaria preventiva y centros oncológicos organizan diversas campañas para animar a las mujeres polacas a someterse a exámenes preventivos.

A menudo se organizan conferencias informativas, como por ejemplo en el Ayuntamiento de Tychy el 8 de octubre, durante las cuales se puede obtener una gran cantidad de información valiosa, por ejemplo, sobre proyectos de prevención a gran escala como la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) para niñas de 12 años.

Éstas están disponibles ahora mismo en Tychy, pero también, entre otros, en el municipio de Leżajsk, en la región de Podkarpacie. Muchos centros de salud organizan también los llamados Sábados Blancos, es decir, jornadas de puertas abiertas sobre el tema de la atención sanitaria preventiva dirigidas al público en general.

En el ajetreado ritmo de la vida cotidiana, a menudo resulta difícil encontrar un momento para reflexionar sobre la propia salud. Quizá ahora, en octubre, cuando las instituciones médicas nos tienden la mano, merezca la pena detenerse un momento y aprovechar las oportunidades que tenemos a nuestro alcance. Al fin y al cabo, la salud es lo más importante que tenemos.