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Nutrición infantil - recomendaciones actuales para productos seleccionados y suplementos de vitamina D y K - parte 1.

Kamila Mielniczuk, MD

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Nutrición infantil - recomendaciones actuales para productos seleccionados y suplementos de vitamina D y K - parte 1.

Panthermedia

Alimentar al bebé

Este artículo presenta las últimas recomendaciones para la nutrición infantil y las normas actuales para la suplementación con vitamina D y K. Ampliar adecuadamente la dieta de los más pequeños, asegurando la cobertura de las necesidades de todos los nutrientes, es un requisito previo para su correcto desarrollo. La primera parte de este artículo contiene información general sobre la introducción de nuevos productos en la dieta de un lactante y las normas relativas a la introducción del gluten. También se describen las recomendaciones para la alimentación con leche modificada, leche de vaca, leche de cabra, leche de oveja, huevos, así como el uso de grasas alimentarias, azúcar y sal.

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Leches infantiles

Las leches junior no se recomiendan como bebida principal en niños menores de 1 año. Según las recomendaciones de los fabricantes, el grupo al que están destinadas es el de los niños de 1,-3 años. Según la opinión actual de los expertos, no son esenciales para una nutrición adecuada en este grupo de edad, ya que no presentan ninguna ventaja sobre otros productos incluidos en una dieta adecuada, como la leche de fórmula de vaca.

Grasas alimentarias

Los lactantes y niños pequeños de hasta 3 años deben recibir grasas alimentarias además de los productos complementarios (por ejemplo, sopa de verduras). Éstas pueden ser: mantequilla, aceites vegetales (por ejemplo, de oliva, colza) y margarinas blandas con un bajo contenido en grasas trans declarado por el fabricante (menos del 1%). Las grasas trans pertenecen al grupo de las grasas insaturadas, cuyo consumo excesivo repercute negativamente en la salud, provocando enfermedades cardiovasculares.

Huevo

Puede introducirse en la dieta del niño al mismo tiempo que otros alimentos complementarios. El huevo de gallina, especialmente la yema, es una fuente de grasas, calorías, vitaminas del grupo B y hierro. Antes se recomendaba dar primero la yema y sólo en los meses siguientes la clara. Actualmente, no se recomienda ni la eliminación ni la introducción tardía del huevo entero, tanto para los niños sanos como para los de familias con riesgo de enfermedades alérgicas. El huevo debe introducirse cocido (debido al riesgo de infección por Salmonella spp. que puede desarrollarse en el huevo crudo).

Azúcar y sal

Según las recomendaciones actuales, debe evitarse el azúcar en la dieta del lactante debido, entre otras cosas, a un mayor riesgo de caries, así como la sal de mesa, que aumenta el riesgo de hipertensión en etapas posteriores de la vida. Los alimentos salados y azucarados pueden influir en la formación de preferencias alimentarias anormales y en la salud posterior del niño. Los alimentos muy salados como los encurtidos, las carnes saladas, las pastillas de caldo o las sopas en polvo no deben tener cabida en la dieta de un niño pequeño. Recuerde no endulzar las bebidas (agua, té) ni los alimentos con azúcar o siropes de frutas azucarados.

foto: panthermedia

Agua

El agua es un componente esencial del cuerpo humano. La necesidad de agua de los lactantes, por kilogramo de peso corporal, es 4 veces superior a la de los adultos y es de unos 700 ml/24 h en los primeros seis meses de vida y de unos 800 ml/24 h en los segundos seis meses de vida. La leche materna es una fuente suficiente de líquidos para los lactantes sanos hasta los 6 meses de edad. En los meses siguientes, los bebés deben alimentarse principalmente con agua. Es importante acostumbrar al bebé a beber agua en lugar de zumos, ya que esto le ayudará a moldear sus preferencias gustativas y a reducir el riesgo de obesidad en etapas posteriores de su vida. Según los expertos, el agua de manantial o el agua mineral natural -poco mineralizada, baja en sodio y sulfatos- es la mejor para los bebés. No todas las aguas embotelladas son adecuadas para los niños pequeños. La información sobre el tipo de agua figura en la etiqueta. El agua poco mineralizada es aquella cuyo contenido total de sales minerales no supera los 500 mg/l. Las aguas minerales naturales deben darse a beber al niño. No deben utilizarse en la preparación de las comidas. No debe utilizarse agua de pozo, ya que su consumo puede ser especialmente peligroso debido a la posible contaminación con nitratos y nitritos.

La segunda parte del artículo puede consultarse en este enlace.