Muchos trastornos internos se reflejan en el aspecto externo del cuerpo. Si vigila de cerca su aspecto -incluido el estado de su piel- podrá averiguar por sí mismo qué dolencias padece (incluso en una fase temprana) o a qué es propenso. Por supuesto, no todos los cambios en la piel son síntomas de enfermedad, muchos de ellos están relacionados con un mal cuidado. Sin embargo, es importante recordar que la piel es un barómetro extremadamente sensible de la salud: merece la pena observarla de cerca y aprender a leer los síntomas preocupantes.
Reflexología facial, o enfermedades escritas en la cara
La reflexología facial se basa en la estimulación de puntos (zonas faciales) que interactúan con los órganos del cuerpo a través del sistema nervioso central. Gracias a esta interacción, es posible evaluar el estado de salud de los órganos individuales: si están alterados, emiten señales en la cara en forma de (entre otras cosas) depósitos, cambios de color o estructura de la piel.
Párpados superiores:
- hinchazón (trastornos cardíacos y circulatorios)
- caída de los párpados (enfermedades cardiacas y sobrecarga cardiaca)
- arruga del párpado dividido (hipotensión)
Nariz:
- roja, nodular con vasos visibles (hipertensión y cardiopatías)
- rojo azulado (hipotensión)
- vasos visibles alrededor (flebitis, entre otras)
- alas rojo azuladas (enfermedades cardíacas, entre otras)
- extremo blanquecino (por ejemplo, trastornos circulatorios)
Mentón:
- tejido flácido (por ejemplo, trastornos circulatorios)
Cuello:
- rayas azules (trastornos cardíacos)
- piel flácida bajo la barbilla (sobrecarga del corazón con un peso innecesario)
foto: panthermedia
¿Lo sabía?
Un estudio publicado en The Journal of Allergy and Clinical Immunology descubrió que, de más de 61.000 sujetos que luchaban contra la inflamación de la piel, el 48% tenía más probabilidades de desarrollar hipertensión arterial, el 35% diabetes y el 29% colesterol alto (factores que pueden provocar enfermedades cardiacas) que otros individuos sanos.
Según Jonathan Silverberg, catedrático de Dermatología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwesteren de Chicago, la inflamación aguda es la respuesta inmunitaria natural del organismo. Sin embargo, las células NK y los linfocitos T pueden abrirse camino hasta los sistemas digestivo y cardiovascular, quizás, por lo que el eccema puede aumentar directamente el riesgo de enfermedad cardiovascular. Como señala el especialista, no todos los eccemas en la piel son indicativos de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, cuando se trata de problemas cutáneos, es importante recordar que no se trata sólo de un problema cosmético.
Es importante Las señales preocupantes que envía el cuerpo no deben subestimarse bajo ningún concepto. En línea con el dicho "más vale prevenir que curar", merece la pena acudir a un especialista.
