El vino, y las variedades tintas en particular, se ha recomendado como remedio para diversas enfermedades desde la antigüedad, pero no fue hasta el desarrollo de la ciencia que se pudo investigar a fondo esta maravillosa bebida en busca de sus propiedades específicas para la salud. Resulta que, consumido con regularidad, el vino puede contribuir a prolongar la esperanza de vida, reforzar el sistema inmunológico, inmunizar contra diversos tipos de cáncer, mejorar la salud mental y tener un efecto positivo sobre la función cardiaca. ¿A qué se debe su efecto casi "milagroso" sobre el cuerpo humano?
Prevención del cáncer
Investigadores de Los Ángeles han descubierto que las sustancias químicas presentes en la piel de la uva reducen los niveles de estrógeno al tiempo que aumentan los de testosterona entre las mujeres premenopáusicas, lo que se traduce en una reducción del riesgo de cáncer de mama. Los resultados de esta investigación son sorprendentes, ya que anteriormente se pensaba que el consumo de alcohol aumentaba, en lugar de reducir, la incidencia de los cánceres femeninos debido al aumento de los niveles de estrógeno. Los investigadores subrayan que la sustancia esencial que favorece la salud no es el vino en sí, sino la uva tinta, y que la idea no es que las mujeres empiecen a beber de repente de forma preventiva y masiva, sino que si quieren consumir alcohol, sea preferiblemente vino tinto.
Los investigadores holandeses también señalan el efecto del vino sobre la función pulmonar. Según sus investigaciones, el resveratrol puro tiene un efecto positivo sobre la función de este órgano, mientras que los antioxidantes presentes en el vino pueden proteger contra el cáncer de pulmón, especialmente en el caso de los fumadores. Un artículo aparecido en 2007 en Harvard Men's Health Watch indica que los hombres que consumen regularmente cantidades moderadas de vino tinto tienen un 52% menos de probabilidades de desarrollar cáncer de próstata en comparación con los que no consumen vino tinto, entendiendo por consumo moderado el consumo de cuatro a siete vasos de vino tinto a la semana.
Los investigadores de la Universidad de Leicester también confirman que el consumo moderado de vino tinto reduce el riesgo de cáncer colorrectal en un 50%.
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Ácidos grasos omega-3
El vino también funciona mejor que otras bebidas alcohólicas a la hora de aumentar los niveles de ácidos grasos omega-3, lo que puede ser una buena noticia para los vegetarianos, ya que generalmente se piensa que el pescado es una fuente excelente de este compuesto químico. Mientras tanto, un estudio de 1 604 adultos de Londres, Abruzos y Limburgo, basado en una encuesta exhaustiva sobre la salud general de los pacientes y un cuestionario dietético, descubrió que aquellos que consumían vino con regularidad y moderación tenían niveles más altos de ácidos grasos omega-3, lo que ayudaba a prevenir las enfermedades coronarias.
El secreto está en la moderación
Probablemente, la mayoría de nosotros puede decirle fácilmente cómo el abuso del alcohol puede dañar su salud. Esto no quiere decir que los no bebedores deban empezar de repente a tomar una copa de vino o dos cada día, pero merece la pena tener en cuenta que este hábito puede ayudar a nuestra salud, no necesariamente perjudicarla. Polonia aún no es un país que tenga muy desarrollada la cultura de beber vino; esta costumbre sólo se está estableciendo y mejorando gradualmente, y el buen vino no tiene por qué costar una fortuna. Por lo tanto, a la hora de coger un vaso de alcohol en una fría tarde de otoño o invierno, merece la pena tener en cuenta las propiedades beneficiosas para la salud de la bebida elaborada a partir de la uva, así como otra famosa cita: "todas las medicinas las hago yo, el vino".
