La gripe es una enfermedad infecciosa estacional, cuyas complicaciones pueden afectar significativamente al deterioro de la salud de nuestro organismo y pueden ser de gran alcance en el tiempo. La dificultad del tratamiento radica en la capacidad del virus para sufrir numerosas transformaciones, de ahí la necesidad de una revisión exhaustiva anual de las cepas predominantes y la modificación de la composición de las vacunas, que son actualmente el método más eficaz para combatir el virus: la profilaxis. La infección se produce principalmente por la vía de las gotitas, pero no se excluye el contacto con una superficie infectada.