La anemia - anemia, es la presencia de una cantidad insuficiente de hemoglobina y/o glóbulos rojos en la sangre. Esto provoca, entre otras cosas, debilidad, palidez y desmayos. Sin embargo, pocas personas saben que la anemia puede estar causada por la enfermedad celíaca, una reacción autoinmune al gluten que hace que el organismo no absorba completamente los nutrientes.
No sólo anemia: otros síntomas de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca puede presentarse de varias formas, ninguna de las cuales produce síntomas lo suficientemente característicos como para reconocer la enfermedad de inmediato. La forma manifiesta de la enfermedad celíaca se da en alrededor del 10% de los enfermos y se manifiesta con síntomas del tracto gastrointestinal , como diarrea, flatulencia o dolor abdominal. Por ello, suele confundirse con otros trastornos intestinales o alergias alimentarias.
Los pacientes con enfermedad celíaca padecen sobre todo su forma oculta, que puede causar todo un espectro de síntomas. Entre ellos se incluyen, además de la anemia, por ejemplo, boca aftosa, subdesarrollo del esmalte dental, fatiga, dolores de cabeza, problemas cutáneos o dolor en huesos, músculos y articulaciones.
La enfermedad celíaca no tratada provoca infertilidad, abortos y cáncer
La enfermedad celíaca no tratada, es decir, el incumplimiento de una dieta sin gluten, puede tener consecuencias muy graves para la salud. Además de los síntomas desagradables y las enfermedades asociadas, pueden aparecer cánceres (sobre todo del aparato digestivo), infertilidad o abortos espontáneos y depresión.
Conviene saber que la enfermedad celíaca es peligrosa sobre todo para las mujeres embarazadas, ya que provoca malnutrición no sólo para la madre sino también para el bebé. Como consecuencia, las mujeres celíacas tienen más probabilidades de sufrir una interrupción prematura del embarazo, un menor peso del bebé al nacer o incluso la muerte del recién nacido.
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¿Cómo se detecta la enfermedad celíaca? En primer lugar, haga una prueba de ADN
La enfermedad celíaca es una afección genética de la que son responsables genes específicos. Por este motivo, lo mejor es comenzar el diagnóstico realizando una sencilla prueba ADN para la enfermedad celíaca, que detectará la posible presencia de los genes HCAP DQ2 y/o HCAP DQ8. Si resulta positiva, deberá realizarse un análisis de sangre para detectar anticuerpos IgG e IgA. Una prueba bidireccional mostrará si la enfermedad está activa.
No obstante, conviene saber que la mera presencia de los genes responsables de la enfermedad celíaca no determina que ésta se esté desarrollando. Hasta un 30% de la población tiene estos genes, por lo que merece la pena repetir el análisis de sangre con regularidad para estar seguro de su estado de salud. Sin embargo, un resultado negativo en la prueba del ADN es una certeza de que la enfermedad celíaca no existe en una persona determinada, ni se presentará nunca, por lo que puede estar tranquilo.