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La anticoncepción y su impacto en la salud del corazón

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La anticoncepción y su impacto en la salud del corazón

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Congestión torácica

La anticoncepción hormonal es uno de los métodos más utilizados para evitar embarazos no deseados. La anticoncepción oral, aparte de sus muchas e indudables ventajas (por ejemplo, una gran eficacia, mayor regularidad de los ciclos, menor riesgo de cáncer de ovario), también conlleva muchos riesgos (por ejemplo, problemas circulatorios). Por eso es tan importante estudiar detalladamente los efectos secundarios antes de decidirse a utilizar este tipo de anticonceptivo.

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La base de la anticoncepción hormonal es el transporte de hormonas de origen artificial al organismo. Aunque este material no se produce de forma natural, su acción es similar a la de las hormonas sexuales naturales de la mujer.

La anticoncepción hormonal suele utilizar preparados con dos tipos de hormonas:

  • etinilestradiol (una hormona del grupo de los estrógenos),
  • progestágenos (un grupo de hormonas esteroideas).

¡Importante! Las hormonas liberadas no tienen un efecto pasivo en el organismo, sino que tienen un impacto significativo en su funcionamiento.

A lo largo de los años, se ha producido una fuerte reducción de la cantidad de etinilestradiol en los anticonceptivos orales. Esto se debió en parte al hecho de que se ha demostrado que esta hormona estrogénica (etinilestradiol) aumenta la síntesis de proteínas y, por tanto, los factores de coagulación plasmática en el hígado, lo que incrementa el riesgo de trombosis en el sistema venoso.

La píldora no es para todas

Por desgracia, no todas las mujeres pueden recurrir a la anticoncepción hormonal, que incluye la píldora de dos componentes. Las mujeres con hipertensión deben abstenerse definitivamente de esta forma de prevención del embarazo. Tomar la píldora con hipertensión diagnosticada puede dar lugar a un mayor aumento de la hipertensión, que no sólo afectará a las complicaciones asociadas a su regulación, sino que también afectará al estado del corazón (sobrecargándolo).

El grupo que no debe tomar la píldora incluye también a las mujeres con:

  • Insuficiencia venosa,
  • enfermedades del músculo cardiaco.

El uso de hormonas puede alterar el metabolismo lipídico del organismo y aumentar la cantidad del llamado "colesterol malo" (LDL - lipoproteína de baja densidad). Como consecuencia, aumenta la probabilidad de trombosis venosa y, en algunos casos, de infarto de miocardio.

¡Importante! El riesgo de infarto aumenta en las mujeres que fuman después de los 35 años.

Generaciones de la píldora anticonceptiva - características

La píldora anticonceptiva se divide en cuatro generaciones, normalmente con un tipo idéntico de estrógeno (etinilestradiol) en cada una. La filiación generacional viene determinada por la variedad de progestágeno utilizado.

  • Generación I (la más antigua) - se trataba de una combinación de estrógeno y progesterona (progestágeno - clormadinona) en altas concentraciones. Esta generación ya no se utiliza en la actualidad. Su retirada se debió a demasiados efectos secundarios y también a la androgenización (aparición de características masculinas).
  • GeneraciónII (progestágeno - acetato de noretisterona o levonorgestrel) - estos agentes estimulan dos tipos de receptores hormonales.
  • GeneraciónIII (progestágeno - gestodeno o norgestimato) - estos agentes estimulan selectivamente los receptores de andrógenos.
  • Generación IV (progestágeno - dienogest) - los agentes más modernos, sólo estimulan los receptores de progestágeno.

foto: panthermedia

Importante En cuanto a la constancia o variabilidad de la composición hormonal, la píldora se divide en monofásica (la más utilizada, que tiene una composición hormonal esteroide constante a lo largo del ciclo mensual), bifásica (de uso retirado) y trifásica (composición hormonal variable, que se asemeja a las fluctuaciones hormonales fisiológicas durante el ciclo mensual).