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Inmunoterapia para el cáncer de mama

Phys. Karolina Kozłowska

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Inmunoterapia para el cáncer de mama

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Examen mamográfico

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en las mujeres y la segunda causa de muerte femenina por tumores malignos. Cada año se registran aproximadamente 15.000 nuevos casos. El tratamiento se basa principalmente en métodos quirúrgicos y radioterapia, y en los últimos años disponemos de nuevas terapias con resultados muy prometedores. Uno de estos métodos es la inmunoterapia, cuyo principal objetivo en el cáncer de mama es el uso de anticuerpos monoclonales.

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El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres polacas. Las estadísticas del Registro Nacional de Cáncer (KRN) muestran un aumento constante de la incidencia de este cáncer. En los últimos años, el número de nuevos casos ha superado los 16.000. En el caso de los hombres, el cáncer de mama se registra muy raramente (aproximadamente 100 casos al año). El cáncer de mama es la segunda causa de muerte (después del cáncer de pulmón) por tumores malignos en las mujeres. En el desarrollo de este cáncer intervienen muchos factores diferentes. Los factores de mayor importancia son la edad, las mutaciones en el gen BACD, la predisposición familiar, la primera menstruación temprana, la edad tardía del primer parto y la menopausia tardía. La exposición crónica a agentes que contienen estrógenos (por ejemplo, la terapia hormonal sustitutiva) también tiene un impacto importante.

El objetivo de la introducción de la prevención del cáncer de mama era cambiar la tendencia al alza de su incidencia y detectar precozmente las lesiones, que tienen muchas más posibilidades de curarse. La mamografía, como examen de cribado en mujeres mayores de 50 años, es el mejor método para la detección precoz de cambios cancerosos. Mediante rayos X, es posible detectar lesiones que no son palpables y no producen ningún síntoma clínico. Hay que tener en cuenta que el tratamiento de las lesiones en un estadio insuficientemente avanzado implica terapias menos invasivas y una mayor probabilidad de sobrevivir otros cinco años tras el diagnóstico. Para las mujeres jóvenes, la mamografía es un examen menos eficaz. Esto está relacionado con la diferente estructura del tejido que forma las mamas y la capacidad de visualizar los cambios. Para las mujeres antes de los 50 años, el examen recomendado es un Eco mamario. La mayoría de las lesiones detectadas en el cribado son benignas, pero algunas pueden aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. La lesión más frecuente que se diagnostica en la mama son los fibroadenomas, que suelen formarse como consecuencia de alteraciones hormonales. En caso de antecedentes familiares de cáncer de mama, es importante el asesoramiento genético. Las características clinicopatológicas más comunes asociadas a un mayor riesgo de ser portadora de mutaciones en los ganes BACD1 y BACD2 incluyen: antecedentes familiares de cáncer de mama antes de los 40 años, múltiples cánceres de mama y ovario en la familia, cáncer de mama bilateral, cáncer de mama masculino, mutación BACD confirmada en la familia.

Una clasificación simplificada del cáncer de mama divide las lesiones en carcinomas preinvasivos (CIDS y LICS) y carcinomas invasivos (infiltrantes). La mamografía desempeña un papel fundamental en el diagnóstico de los primeros. En función del estadio y del tipo histológico, las opciones terapéuticas incluyen la cirugía (cirugía conservadora, mastectomía radical), el tratamiento complementario con radioterapia, el tratamiento sistémico y la inmunoterapia.

foto: panthermedia

Inmunoterapia para el cáncer de mama

La inmunoterapia en oncología se utiliza con éxito en muchos tipos de cáncer. Por lo general, la inmunoterapia se utiliza como complemento de los tratamientos convencionales contra el cáncer (cirugía, quimioterapia y radioterapia); sólo en algunos tipos de cáncer puede ser un tratamiento de primera línea. En la inmunoterapia del cáncer de mama desempeñan un papel fundamental los anticuerpos monoclonales, cuya acción puede describirse en términos sencillos como la neutralización de un agente nocivo. Los anticuerpos monoclonales son moléculas que pueden combinarse con fármacos, toxinas o isótopos y entonces su tarea consiste en encontrar el antígeno relevante y, dependiendo de la finalidad del anticuerpo, destruir el antígeno o marcarlo. En la inmunoterapia del cáncer de mama, los anticuerpos contra el receptor HER-2 constituyen un gran grupo. La proteína del receptor HER-2 está presente en la superficie de las células del cáncer de mama en aproximadamente un 20%. La presencia de estos receptores es un factor de pronóstico desfavorable, pero al mismo tiempo hace posible una terapia adecuada con anticuerpos monoclonales.